Sábado
por la noche…
Esa noche Ryosuke no podía dejar de mirar por
la ventana de su departamento, el frió de a noche ya comenzaba a anunciar que
el invierno estaba llegando, la pequeña lluvia golpeando su ventana lo saco de
su ensueño, haciéndolo mirar de reojo su celular; hacia ya varios años que no
veía a sus amigos, Daiki se había ido por una propuesta de trabajo que el no
podía dejar que su actual pareja desperdiciara, no si tenían que separarse por
corto tiempo, llevaban ya cuatro años de una solida relación, lo que los
llevaba a una confianza que solo el mayor de ambos comprendía.
Mensaje de Inoo:
Te esperamos mañana, sabes cómo llegar?
Respuesta:
Tengo una ligera idea de donde esta, pero en
esos mapas no especifican mucho, cualquier cosa te llamare.
Inoo:
Está bien, estaré al pendiente.
Ryosuke lanzo su celular de nuevo a la cama y
se dejo caer en el suelo de nuevo hundiendo su cabeza en sus rodillas.
No estaba del todo decepcionado de ver a sus
viejos amigos, pero sí de no tener a Daiki a su lado, intentaba comprender como
fue que egoístamente pensó en ambos y no en el solamente… un “no quiero que
vayas solo” bastaría para mandar todo su trabajo a la mierda e irse con Daiki y
empezar de nuevo, pero como siempre, pensó en ambos, en la situación que sin
importar lo cruel que fuese, ambos tenían que afrontar para seguir adelante con
un mejor futuro económico.
Luego de varias respiraciones profundas el
chico de cabellos castaños levanto la mirada al frente, empezando a decidirse
en no seguir hundiéndose en una depresión que no lo llevaría a nada bueno.
Cuando el día de la cita llego, no podía
creerse que volviera a ir a eventos friki’s de nuevo, menos luego de su ruptura
con Chinen Yuri, que para esos momentos no deseaba ver al chico de estatura
bajita y cabellos negros.
Llamando…
Marcaba su celular, con el nombre y la foto de
su amigo, este al poco rato contesto.
-Hola!, donde estas?
-ya le di tres vueltas al lugar y no lo
consigo, donde están?
Respondió mal humorado el chico castaño
logrando ganarse una carcajada de su receptor, no le hacía gracia perderse,
menos en unas calles que poco conocía.
-donde estas? Espéranos frente al minisuper,
vale?
Ryosuke suspiro y miro el lugar donde ahora se
encontraba.
-tendrán que venir por mi… estoy en el
MacDonal’s a varias cuadras de allí.
-en serio?! Eres un enano malcriado…
Se escucho un silencio de ambos lados de la
línea y luego un suspiro de derrota por parte del pelinegro.
-bien, espéranos allí gordo.
El castaño iba a replicar ante aquel apodo pero
ya la llamada había sido interrumpida.
Sin ánimos de entrar a comer, decidió solo
esperar afuera del local, mirando a ambos lados de la calle a cada momento,
comenzando a salirle humo por la boca de tanto frio que comenzaba a hacer
mientras seguía anocheciendo, decidió meter de nueva cuenta sus manos en los
bolsillos delanteros de su pantalón siguiendo con el intercambio de miradas a
ambos lados de la calle, para que luego
de veinte minutos en los que ya comenzaba a arrepentirse de seguir parado allí
reconociera a tres figuras familiares, uno de ellos su amigo de cabellos
negros, Inoo Kei, el más bajo del grupo Hikaru Yamotome y por ultimo Yuya
Takaki.
-sabia que estarías aquí como momia.
Le regaño Inoo para luego abrazarlo con
entusiasmo.
Sus otros amigos solo lo quedaron mirando un
rato para volver por donde habían llegado.
-no te ilusiones mucho, el evento es tan
mediocre como tu tocando guitarra.
-oye!!
Le regaño el castaño haciendo reír al resto por
el comentario que había soltado Hikaru.
-pero así de malo esta todo Ryo-chan…
Le confesó Yuya mientras abrazaba por los
hombros al pequeño del grupo.
-o sea que es dinero perdido??
Todos asintieron y el más bajo del grupo hizo
una mueca apenas llegando al lugar, la música pésima, el sonido solo maltrataba
los oídos y la comida o stan de ventas estaban escasos y sin interés, además
que el lugar era demasiado pequeño como para seguir explorando.
-esto es peor de lo que imagine…
Murmuro para sí el pelicastaño sentándose al
lado de Yuya mientras le quitaba sin cuidado una galleta de fresa.
Por su parte, Hikaru no dejaba de mirar su
celular y enviar mensajes, Ryosuke agradeció que por lo menos su ex ni los
amigos de este estuvieran en ese lugar, siempre sabían cómo hacerlo sentir
incomodo.
FLASHBACK
Era un evento geek en la playa, la brisa y el
clima caluroso eran ideales para el evento, pero todo alrededor de Ryosuke se
volvió gris con tan solo ver a un pequeño revoloteando alrededor de un grupo de
personas mientras mantenía aquella sonrisa reluciente en su rostro, para Ryosuke aquel pequeño no había cambiado nada,
a lo mucho la pérdida de peso y el hecho marcado de que estaba fumando.
Los años no lo habían cambiado mucho, y al
menos. Lo peor de la situación es que se había acercado a saludar a su amigo
Yuma, agradecía que no se hubiera dado cuenta de él, pero estaba equivocado, el
pequeño le dirigió una mirada poco sugestiva de desagrado, sabía que había
lastimado al pequeño en cierto grado, pero no pensaba que seguiría acosándolo
de esa manera.
Todo siguió empeorando cuando intentaba huir de
donde estuviera el pe queño o por lo
menos de su mirada, tampoco había pasado desapercibido que Yukito y sus amigos
lo habían visto y le dedicaban miradas asesinas, intentando ocultar su
incomodidad se dedico en vano a escuchar las presentaciones de los chicos en
tarima.
Odiaba sentirse observado y más cuando se percato
de que el pequeño usaba su condición de niño adorable para hacer sentir lastima
a los demás, el más que nadie sabía que era una farsa, ese pequeño, Chinen
Yuri, era el demonio en persona, el mismo que lo hizo vivir un infierno social
haciendo que su carrera creciente como actor se fuera en picada luego de que
todos se enteraran de su romance e incluso de unas supuestas infidelidades que
hasta sus mejores amigos sabían que era mentira.
FIN DEL FLASHBACK
-Les tengo noticias.
Ryosuke quito la mirada de su reloj, apenas
eran las 11pm y ya deseaba irse a dormir, apenas había hablado con Daiki sobre
ese horrible momento en esa reunión y Daiki solo se había burlado.
-dime que tienes algún mejor sitio a donde
llevarnos
Rogo el peli castaño y todos lo miraron
riéndose de las caras graciosas que hacía.
-bueno, un amigo le están cantando cumpleaños a
unas cuadras de aquí y… luego lo llevaran a un club que queda por aquí cerca,
es suficiente para ti?
-lo que sea suena mejor que esto.
Al poco rato todos caminaban por las solitarias
calles intentando contar bromas que solo quedaban como echos en aquellos
edificios.
-y… ¿Cómo va todo con Daiki?
Pregunto Yuya que iba caminando al mismo paso
que Yamada mientras Hikaru y Kei iban muy adelante.
-le va bien en Tailandia… no tanto como
esperaba pero apenas se fue hace tres meses
-¡tres meses! Y tienes esa cara de viuda??
El chiste cruel de Inoo hizo reír a carcajadas
a Hikaru ganándose una mala mirada de Yuya
-pense que no escuchaban.
Se quejo Yuya mientras entre ambos le daban
alcance al grupo
-hay muchas personas en casa de tu amigo?
Se atrevió a preguntar Ryosuke mientras
acomodaba algunos mechones rebeldes de su frente.
-no muchos, no te preocupes.
Luego de un rato caminando habían llegado a un
casa muy parecida a todas las demás, solo que los colores variaban.
-Yuto! Puedes apurarte o quieres que nos
roben??
Se quejo Hikaru mirando a su amigo desde dentro
de la casa reírse mientras caminaba a paso lento.
-lo siento, lo siento.
Ryosuke que seguía mirando alrededor, al
escuchar la voz de aquel chico alto, lo miro con curiosidad, centrando su
atención durante unos segundos en la peculiar marca que tenía este sobre su
labio.
-un gusto, siéntanse como en su casa, eso va
mas contigo Hikaru.
Ryosuke le tendió la mano a aquel chico que al
igual que él le había dedicado una discreta mirada. Algo dentro del castaño le
gritaba que no lo mirara más de lo que debía, pero sus ojos viajaban de todas
las cuatro personas que les habían presentado, restándole importancia por
momentos, ya luego recordaría los nombres.
-entonces… ¿de dónde conocen a alguien tan raro
como Hika-chan?
Los recién llegados se miraron entre sí para
luego mirar al mencionado.
-tenemos a Inoo y así fue como llego Hikaru,
juraría que son pareja si no fuera porque son pasivas ambas.
Confeso Ryosuke ganándose una risa ahogada de
parte de Yuya.
-mejor arréglense para irnos, ¿alguien más va
al baño?
Pregunto malhumorada la pelinegra que acababa
de conocer mientras se terminaba de retocar el maquillaje.
-gracias por venir a cantarme el cumpleaños
feliz, aunque no nos conozcamos
Comento el cumpleañero mientras se reía y
Yamada terminaba de comerse el trozo de pastel que tenía entre manos.
-no quedo como esperaba pero sabe rico.
Yamada sonrió ante el comentario y luego
contesto de manera casi automática
-yo podría ayudarte la próxima vez que lo
necesites, solo le falto levantar un poco más, pero sabe bastante bien.
Ryosuke no se había percatado de las miradas
que tenia detrás del si no fuera porque se giro a ver al que acababa de hablar,
lo miraba de arriba abajo.
-¿Qué si trajeron todos sus identificaciones?
Volvió a preguntar y Yamada instintivamente se
llevo la mano a su billetera en el bolsillo trasero.
-supongo que sí, díganme que no hay que pagar
más, ya es mucho para mí.
El pelinegro le sonrió ante la expresión de
exasperación del bajito.
-no Yama-chan, esta vez es libre.
Le respondió Hikaru con una expresión de
diversión en los ojos.
-Yama-chan?... tienes novia?
El nombrado frunció el ceño y negó ligeramente,
a lo que todos los presentes le miraron esperando su respuesta.
-no… se me nota que tengo novia?
-si, un poco..
Respondió con simpleza, a lo que este sonrió y
se acomodo la manga de la camisa
-emmm, no tengo novia, tengo novio.
Le dedico una mirada a la peliroja y se percato
de que hasta el chico, Yuto le miraba con asombro.
-oh… y porque no vino?
Pregunto curiosa la chica
-está en Tailandia, por trabajo, se fue hace
tres meses.
Bajo la mirada sin darse cuenta de la expresión
triste que comenzaba a reflejar sus ojos, pero enseguida sonrió.
-a qué hora nos vamos?
Pregunto el pelicastaño y la pelinegra fue
quien respondió.
-cuando Lweise salga del baño, si es que a mas
nadie le da ganas antes de salir.
El mencionado salió al poco rato y todos
comenzaron a salir de la casa.
Llevaban 10 minutos caminando, tomando una ruta
diferente para llegar al club donde como le habían dicho a Yamada, pasarían
allí la madrugada, el jamás había ido a ese tipo de lugares, por más que Daiki
siempre le insistía, sus trabajos no le dejaban tiempo para salir, apenas
habían llegado al local, Hikaru le tomo del brazo, ya que debían entrar de dos
en dos, mientras el hacían una pequeña requisa a ambos este no podía dejar de
sentiré nervioso, había una leve música abajo y cuando miro las escaleras supo
que debían ir alla, nervioso y entusiasmado por lo que se encontraría allí,
recordó lo que había hablado con Daiki meses antes de irse, el tenia nula
capacidad para bailar, o eso aparentaba, simplemente se avergonzaba de hacerlo
y Daiki le estaba enseñando nuevos bailes que él no dominaba para nada,
haciéndolo sentir más inútil y avergonzado.
Apenas habían entrado, las luces eran escasas
si no fuera por el hecho de pequeñas luces de colores dando vueltas por el
lugar y el humo que había en la entrada se había dispersado, el lugar tenía un
olor a licor inconfundible y el frio del aire acondicionado le hacía
competencia la frio de la madrugada, cuando todo el grupo llego hasta cierto
punto de la pista ya las chicas comenzaban a bailar con sus parejas y el resto
simplemente se comenzaba a reír de lo poco que se estaban moviendo, Yamada le
dio un pequeño jalón a la camisa de Yuya y este lo miro acercando su oído para
poder escuchar lo escasos gritos del bajito.
-¡se supone que debemos bailar entre nosotros!
Yuya se rio y comenzó a asentir mientras le
tomaba las manos al bajito y comenzaba a hacer que este se moviera de un lado
al otro, no se dieron cuenta que Yuto los miraba riéndose mientras bebía de un
vaso que no tenían cuando llego, este le ofreció un poco del vaso pero Yamada
se negó, pero Yuya se lo arrebato y tomo un sorbo, comenzando a rotar el vaso
con licor entre sus amigos.
-¡Miedo de tomar sin tu Novio!
Le grito yuto en el oido haciéndolo saltar un
poco por la cercanía del pelinegro, a lo que Yamada movio las manos negando.
-¡Jamas he tomado licor!
Yuto lo miro sorprendido
-¿¡no crees que ya es hora?!... ¡estamos entre
amigos, nada te pasara!
Ryosuke miro con asombro al chico y luego miro
a sus amigos y negó divertido, estar ebrio con Hikaru e Inoo no era una buena
idea.
-¡pasare por hoy! ¡lo siento!
Yuto se encogió de hombros y comenzó a bailar
solo llamando la atención de sus otros amigos para que estos por lo menos se
movieran.
Ryosuke se rio al ver lo divertido que era ese
chico dándose cuenta por donde se estaban yendo sus pensamiento, comenzó a
bailar de nueva cuenta con Yuya, haciendo que este lo mirara preocupado e
intrigado por la manera en que su amigo ahora se movía con más confianza.
Ya llevaban bastante tiempo bailando y las
luces comenzaban a marearlo, se fue hasta el fondo de la pista separándose de
su grupo de amigos, recargándose en una barra que estaba allí, al poco tiempo
se percato de que Yuto lo buscaba con la mirada y al encontrarlo se entremedio,
este ya se veía ligeramente ebrio y el olor a cigarrillo estaba imprecado como
su fuera su perfume.
-¡no quieres bailar!
Le grito en el oído para hacerse escuchar entre
la música alta, lo que tomo desprevenido al castaño fue que el alto lo tomaba
de la cintura con ligereza.
-¡no sé bailar así de pegado… no puedo!
Yuto lo escucho y asintió dejando el vaso en la
barra y tomándole las manos al chico bajito, apenas moviendo los labios para
decirle un “yo te enseño”, como si el menor hubiera aceptado, este lo apego a
su cuerpo marcándole un ritmo lento, apegando sus caderas a las contrarias,
levantando la mirada algo sonrojado, cosa que paso por desapercibido gracias a
la poca luz del lugar.
Poco a poco comenzó a moverse al ritmo rápido
de la música por el bajito siguiéndole el paso, pero de vez en cuando este se
detenía o cambiaba el ritmo por la cercanía del chico alto, este al comprender
lo que ya se había planeado hacer desde que había llegado abrazo al bajito y le
murmuro al oído.
-tienes miedo que tu novio se entere? Yo ni
nadie le dirá nada
El bajito abrió en gran manera los ojos al
confirmar algo que se le estaba pasando por la cabeza desde que había cruzado
miradas por con aquel chico, iba a decir algo pero sabía que no tenia porque, comenzó
a pensarlo de forma automática, que de malo había en bailar con Yuto si nadie
de ese lugar lo conocía y mucho menos sus amigos lo dirían.
-solo que jamás he bailado así… así que es un
poco…. Incomodo-
Confesó el castaño, tampoco era mentira, pero había
notado demasiadas cosas mientras bailaba con Yuto y una de ella era que
mientras más este lo pegaba a su cuerpo podía sentir la erección que tenia, haciéndolo
sentirse avergonzado porque el pelinegro notara al que el comenzaba a tener.
-bien, bien.. Podemos seguir?
Pregunto con cierto deje de complicidad en sus
palabras, el castaño comenzaba a caer en un círculo vicioso del cual se iba a dar
cuenta tarde que ya estaba envuelto.
Yamada se excuso de estar mareado así que Yuto
retomo su vaso y salió con el bajito tomándolo de la mano, este se daba cuenta
de lo alto que era y lo infantil que estaba actuando, sacudió la cabeza un par
de veces, debía calmar sus impulsos y su deseo porque su pareja estuviera allí,
no debía caer tan bajo como para salir con alguien como Yuto, ¿Salir con Yuto? Oh
no, su corazón estaba haciendo estragos y su mente estaba aprovechando lo que tenía
a la mano; bajo de las escaleras con los dedos entrelazados con los de Yuto,
sus amigos, Inoo sobre todo lo miro con los ojos muy abiertos y le volvió a
colocar el cigarrillo en sus labios, Yamada solo negó con la cabeza y se solto
del agarre.
-esooo… ya están juntos?
Pregunto alguien pero Yamada solo miraba al
piso.
-las luces lo marearon
- eso o le diste licor?
Yuto negó repetidas veces con la cabeza abrazando
por el cuello al castaño mientras fumaba del cigarrillo, el bajito cuando le comenzó
a pegar el humo de este se separo de Yuto y se sentó al lado de Yuya, todos
comenzaron a reírse y Yuya lo abrazo.
-paso algo? Todo bien? Tenias rato desaparecido
Yamada le dedico una mirada seria a Yuto y este
solo le sonrió
-el ebrio aquel me estaba enseñando a bailar,
pero entre tantas vueltas me maree.
Confeso colocándose sus lentes de nuevo mirando
con claridad el rostro de Yuto.
-oh… pero no se… si necesitas ayuda me dices,
vale?
Yamada asintió y luego de un rato estando
sentados afuera y que todo su grupo de amigos fumara, volvieron a subir y si
antes había un olor a licor ligero, ahora era mucho más marcado, tanto así que
Ryosuke pensó que se embriagaría con solo olerlo.
Yuto lo tomo desprevenido de las caderas y lo
hizo girar para bailar y entre algunos pasos de baile lo comenzaba a alejar del
grupo, Yuya se disculpo con una sonrisa mientras bailaba con un desconocido, también
debía pensar en sus amigos, él era el único con una vida en casi familia.
Yuto lo abrazo apegando de nuevo mucho su
entrepierna en Yamada haciendo que este se pusiera rígido enseguida, no
sabiendo si apartarlo o abrazarlo, el olor a cigarrillo lo hacía toser leve, comenzó
a dejarse hundir en el hueco del cuello del chico alto, dejándose llevar por
aquel olor toxico que comenzaba a agradarle, ligado con el leve olor a sudor
del cuerpo ajeno.
El castaño volvió a caer en cuenta de su
realidad, el estaba en una relación con alguien, no debía siquiera pensar de
aquella manera de alguien que acababa de conocer, mucho menos con las claras
intenciones que tenia Yuto.
¿Qué tal si dejaba que pasa?
¿Qué tal si cedía?
Yuto era atractivo, podía tener a cualquier
persona si se lo proponía, entonces, ¿Por qué él? Quiso preguntar, pero
recuerdos de su pasado lo atormentaban, siempre era por su rostro y no por todo
lo que había detrás de aquello, su físico o incluso y manera de actuar, le habían
acarreado problemas, tanto así que se sorprendió cuando entre su infierno apareció
Daiki, salvándolo de cierta manera, enseñándole que no todo era malo, pero
hasta el mismo Daiki le había enseñado
que aunque fuera lindo por fuera y por dentro estuviera roto, el se había
enamorado por la sonrisa que le había dedicado la primera vez que se vieron,
por eso para él le era más fácil aceptarlo así.
Cuando las cosas parecían un poco subirse de
tono, y Yuto comenzaba a apegar su erección de su trasero fue cuando decidió llamar
a Yuya, su amigo apenas lo vio lo abrazo y lo arrojo a los brazos de Yuto, se sintió
libre de aquella tensión sexual que se mostraba en los ojos de Yuto, y como de
vez en cuando le dedicaba miradas suplicantes de que volviera a bailar con el
pero Yamada solo le sonrió y comenzó a bailar con las chicas e incluso Lweise.
Cuando ya salía el sol, todos estaban cansados
o con sueño, eso incluía a Yamada.
-quiero ya irme a casa, necesito dormir… ya
tengo 24 horas despierto
Dijo mientras su reloj de pulsera, Yuto que se había
quedado sentado a su lado le tomo la mano con confianza.
-si quieres puedes dormir en mi casa.
El bajito se tenso y negó con la cabeza con lentitud.
-emmm, nop, prefiero mi cama y mi cuarto.
Cuando todos comenzaron a salir del local ya el
sol brillaba en lo alto, y Yuto iba abrazando al bajito, este ya se estaba
acostumbrando al trato del alto, pero aun así se sentía culpable, ¿tendría que
mentirle a Daiki? Jamás lo había hecho, pero ¿Qué haría entonces?
Mensaje de Daiki, 8am:
Como la pasaste?
Respuesta:
La pasamos bien, aunque perdí dinero, gracias a
Dios Hikaru nos saco de allí y acabamos en ese club hasta ahorita.
Daiki:
Entonces duerme y hablamos cuando ya hayas
descansado, si?
Ryosuke:
Está bien, lo necesito.
Daiki:
Descansa cariño
-explicarle que casi me folla por encima de la
ropa no será fácil… tal vez solo fue el licor.
Se decía así mismo Yamada intentando olvidar el
tormento iba a ser de ahora en adelante Nakajima Yuto.
CONTINUARA
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