Llevaba toda la tarde intentando procesar lo
que pasaba por su mente y lo que su cuerpo sentía, se regañaba internamente por
haberlo hecho ¿acaso Daiki lo merecía? ¿Qué haría? Seguir adelante, recordó lo
que había pasado meses antes viviendo con Daiki, todas las lagrimas que había
derramado, quería hacer lo mismo, pero sabía que era estúpido.
FASHBACK
-en serio lo hiciste? … Daiki… solo quiero
saber porque…
Hablaba con amargura y rabia arrastrando las
palabras, necesitaba golpear al otro tipo, necesitaba hacer algo con tanto
dolor que sentía ¿Cómo no lo vio venir antes?
-yo… sé que no merezco tu perdón… yo… ya no sé
porque lo hice
El castaño menor de ambos rio con amargura
dejando que lagrimas corrieran por sus mejillas, se sentía la peor persona del
mundo, salió de la habitación y se dejo caer en la cocina llorando y gritando
de rabia, aun las palabras de aquella chica que había llegado a su departamento
con lagrimas en los ojos diciéndole que SU Daiki, Su chico de mejillas gorditas
le había sido infiel con alguien que consideraba su amigo ¿dudo de la palabra de la chica?
No, no lo hizo ¿la razón? Recordaba aquel día que habían ido ambos a su trabajo
y vio la mirada de Daiki que algo andaba mal, se sentía patético mirando el
piso y el dolor en su pecho le hacía saber que seguía vivo y que no podía hacer
nada más.
Se sorprendió a si mismo levantándose y
regresando a la habitación encontrando a Daiki empacando sus cosas, si antes
había sentido un balde de agua fría con la noticia, saber que la única persona
en el mundo que le quedaba se iba lo hizo actuar por impulso y quitarle la ropa
que estaba guardando en la maleta y abrazarlo con fuerza.
-no, no me dejes… por favor Daiki… quédate…
Comenzó a llorar de nueva cuenta
arrodillándose, sintiéndose culpable aunque no era su culpa o tal vez sí.
-no Ryosuke… no puedo seguir aquí… mira todo lo
que te hice… sabía que algún día te heriría… pero no quiero verte sufrir a
costa mía.
La voz de aquella chica lo torturaba en su
mente mientras negaba con la cabeza varias veces deshaciéndose de aquella voz.
Ryosuke
no mereces estar al lado de alguien como él… si lo hizo con el idiota de Ren,
lo hará de nuevo y no te conozco del todo, pero sé que no mereces… no merecemos
esto.
Pero era tarde, Yamada Ryosuke era un
masoquista y prefería estar con alguien como Daiki que llevando una vida
completamente solo.
FIN DEL FLASHBACK
Había una gran diferencia desde aquel engaño,
Ryosuke le tomo días volver a entregarse y olvidarse del hecho de que Daiki no
era suyo unos meses más, en los cuales su relación parecía más de dos amigos
que de una pareja.
Se odiaba así mismo por retener al mayor, odia
sentirse solo pero cuando la propuesta de Daiki había surgido solo le tomo tres
horas convencerse de que teniendo al mayor lejos le haría bien para volver a
amarlo.
Estaba jugando con fuego, enamorarse de alguien
más que simplemente quería sexo con él no era su idea, pero había surgido y
ahora no sabía cómo sentir.
La cena en aquella casa había llegado y Yuto
estaba a su lado, no podía dejar de mirarlo, como se podía fijar en alguien
tan… tan Yuto.
Se le escapo una sonrisa y siguió comiendo.
-y eso?
-nada… hacia mucho que no cenaba en familia… y
no es mi familia.
Yuto le sonrió y siguieron comiendo hasta que
ambos estaban esperando a que llegaran el resto de sus amigos, Yuya no había
logrado conseguir transporte y menos con la nevada que comenzaba, sería un
milagro si sus amigos llegaban.
Pasaron unas cuantas horas en las que intentaba
reusarse a beber o bailar, bailar con Yuto causaría las mismas reacciones que
en el club o eso pensaba, de vez en cuando le quitaba el vaso de las manos a
Yuto y le daba un trago al licor que este contenía, sabia bastante mal y su
garganta poco se estaba acostumbrando, según su AMIGO, el trago estaba suave,
pero para alguien que nunca había tomado eso era lo mismo, fuerte o suave.
Yuto le miraba de vez en cuando bailaba con sus
familiares y el estaba al lado de Hikaru intentando conversar sin que fuera
todo una broma para el mayor.
-si lograste conseguir transporte con este
clima?
-tuve que venir más temprano para eso.
Hikaru lo miro de arriba abajo y este se rio,
saco su celular y le hizo ceñas de que lo siguiera a donde se encontraba el
árbol de navidad.
-tomémonos fotos chicos!
Dijo mientras le tendía el celular a Ryosuke y
este comenzaba a tomar las fotos, la chica pelirroja había llegado y lo jalo
para tomarse la foto junto a Yuto, este lo toqueteo sin que se dieran cuenta el
resto, eran toques que lo desarmaban internamente, y más cuando se topaban
solos en la cocina con la excusa de irse a servir otro trago, parecía un
cachorro necesitado de atención, cosa que Yuto hacia cuando estaban a solas,
robándole pequeños besos y toqueteos que Ryosuke rogaba por seguir sintiendo un
poco más de tiempo, pero si no fuera porque estaban demasiadas personas su
cordura la arrojaría por la borda y llevaría al chico alto a la habitación para
poder hacerle lo que quería el deseara.
La noche paso larga y lenta, sin que él se
estuviera pasándola igual que el resto, Yuto de vez en cuando lo miraba con
malicia, y el solo negaba moviendo la cabeza, sonreía de lo era capaz de
transmitir el otro con la mirada.
Ryosuke luego de unas horas ya le estaba
ganando le sueño, debía ser capaz de resistir un poco mas hasta que pudiera
irse a casa, Yuto se acostó en el sofá colocando su cabeza en las pierna de
Ryosuke mientras este le comenzaba a acariciar los cabellos.
-que haces aquí solito?
-intento no dormirme…
-si vas afuera no te dormirás…
-estas fumando y el humo me hace más daño en la
garganta.
-has estado tomando esta vez…
El castaño levanto los hombros restándole
importancia.
-sabe más a agua, además, es el fondo de lo que
dejas.
Cuando las personas dejaron de pasar a su
alrededor Yuto logro robarle un beso desde su posición, mientras miraba los
ojos del castaño.
Yuto se levanto de un salto del sofá y llevo al
menor a su habitación, este se rio por lo gracioso que se veía el alto, apenas
entraron y la puerta se cerro, comenzó a besar al con desespero llevándolo a la
cama y echándolo en esta, el castaño dejo que este le abriera la camisa
mientras seguía besándole, tomo el miembro del alto con sus manos masturbándolo,
tomando en cuenta que las personas a fuera notarían su ausencia no podía dejar
que pasara algo mas, se sentía nervioso.
-vamos… déjame hacerlo… seré rápido
El castaño levanto una ceja divertido, no
esperaba complacerlo, se sentía celoso por verlo bailar con otras personas y
hacerle él el que no sabía bailar para evitar bailar con el chico que le estaba
robando su cordura.
-tómalo como castigo, si?
Siguió masturbando al chico hasta que lo
escucho maldecir y quitarle la mano del bajito y terminar por venirse en su
mano, Ryosuke se rio de verlo de aquella manera, luego de que este su hubiera
limpiado la mano el castaño se comenzó a arreglar la ropa mientras sonreía con
malicia, la puerta del cuarto del chico fue tocada y Yuto la abrió con rapidez encontrando
a su amigo Lweise muy ebrio y sonriendo cómplice de ver a ambos chicos
encerrados y mas por las mejillas levemente rojas del bajito.
-ya lo hicieron? Que rápido eres?
El chico se hecho en la cama y Ryosuke con los
brazos cruzados miraba la escena desde lejos.
-vamos, hay que ir afuera.
-los dejare en paz si me das un cigarrillo.
Dijo el chico mirando a ambos chicos
-porque mejor no tomas agua a ver si te pones
un poco menos ebrio, el cigarro no ayuda.
-veras enanin, las cosas con Yuto son diferentes,
debes saber cómo pedirle las cosas.
Yuto se rio y le dio el cigarro.
-anda vamos, el encendedor lo tienen afuera.
-ves? Es fácil, solo pídeselo.
El castaño no entendía a que se refería y lo
aludió al licor que estaba haciendo estragos en aquel chico más alto que ambos.
Cuando salió el sol Ryosuke tuvo que esperar a
que el transporte que buscaría a Hikaru los llevara a ambos, cuando Yuto salió
cambiado y bañado el castaño palideció, el pelinegro no entendía la actitud del
chico hasta que estuvo cerca y le dio un beso en la frente.
-en verdad quiero que me perdones… lo siento…
no era mi intención..
Yuto lo miro sin entender y fue a verse en el
espejo donde Ryosuke le había señalado, cuando vio su reflejo en el espejo,
miro incrédulo al bajito.
-vaya señorito.. Marcando territorio?
Ryosuke negó divertido ya que el alto no se
había enfadado por lo que él había hecho en un arranque de posesividad.
-juro que no me di cuenta que lo hice.
El chico alto se acerco y lo beso en los labios
fugazmente.
Ya estaba hecho, ese chico seria su perdición,
pero debía tener algo aun más en claro.
Yuto se iría del país, no podía enamorarse de
algo, menos de alguien que solo estaba se iba para no volver, no por lo menos
en un par de años.
Tal vez había sido bueno aferrarse a algo de
corto tiempo, solo una semana Yuto Nakajima le había puesto su mundo de cabeza
y su corazón sangrante volvía a latir gracias a él.
Tres
días más tarde…
Sabía que ese día lo iba a perder todo, pero no
estaba preparado para eso.
Daiki sospechaba de su actitud, y había entrado
a su cuenta de facebook para notar que sus sospechas tenían solidez, pero no
solo eso, aun escondía algo, se sentía agradecido de cierta manera.
-Yuto, tu celular, necesito hacer una llamada.
El alto lo miro con extrañeza mas la mirada
seria que jamás le había visto al bajito le extendió su celular y este escribió
rápido o como mejor pudo porque comenzó a quebrarse delante de su pelinegro.
-hey… que sucede?
-Dai…Daiki sabe que algo pasa…
Yuto lo miro sorprendido y quitándole el
celular de Ryosuke leyó el mensaje que había dejado el novio de este.
-no me responde el celular… no… no quiero
perderlo… no así…
No con
algo que jamás pasara… no contigo Yuto
Pensó mientras comenzaba a llorar y el alto lo
abrazaba por los hombros.
-ven… vamos al cuarto…
Lo llevo arrastras hasta su cuarto donde lo vio
llorar aun mas, pero algo le decía que no era todo, Yuto lo dejo solo unos
minutos y comenzó a llorar con más fuerza cubriéndose la boca con la mano
mientras que la otra desordenaba sus cabellos, mas lagrimas amargas salían de
sus ojos, ahora todo era su culpa ¿Qué iba a hacer? ¿Cómo saldría adelante?
No quería quedarse solo y ante esa idea, pego
sus rodillas a su frente mientras estaba sentado en la cama de Yuto.
-no quiero estar sin ti…
Se decía a si mismo mientras intentaba
controlar un nuevo ataque de ansiedad, la mera idea de estar solo de nuevo, de
encontrar un camino entre tanta oscuridad le hacía no querer seguir viviendo,
menos sin Daiki, estaba vivo gracias a él, gracias a que en sus primeros años
logro superar su estado anímico y su depresión, Daiki Arioka había aparecido
como un ángel a su rescate cuando ya había tocado fondo.
Cuando Yuto regreso este ya estaba con un
rastro de lagrimas secas en las mejillas, el alto cerró la puerta con seguro y
se sentó al lado del chico que parecía absorto a sus pensamientos y apenas lo
miraba.
-el no sabe todo… puedes… no se… recuperarlo,
solo necesita escuchar lo necesario.
Ryosuke suspiro, quería creer en sus palabras,
que podía recuperarlo, pero estaba ciego, necesitaba algo de luz.
-no soy bueno consolando… no al menos como
imaginas.
Comento malicioso Yuto mientras dejaba en su
regazo al chico bajito y comenzaba a besarlo.
El castaño correspondió dejando escapar un par
de lágrimas.
Tú me
gustas idiota, pero o lo vez o simplemente prefieres que todo quede así.
El castaño volvió a besarlo aun con más ganas
dejándose llevar por el pequeño faro de luz que había conseguido.
Yuto lo tomo con más calma, pero a la final el
deseo pudo con ambos, besándose con necesidad mientras las embestidas lograban
tocar un punto a un delicado para él bajito, le costaba encontrar su punto
donde podía llegar al orgasmo, pero Yuto parecía encontrarlo con rapidez, y
esta vez sus dedos se aferraron aun con más fuerza al cuerpo ajeno, llegando al
orgasmo en corto tiempo.
Salió del castaño con lentitud ganándose un
último gemido de aquel cuerpo bajo suyo y mas la sonrisa maliciosa en los
labios del pelinegro.
-rayos… ya lo hicieron? Que rápido.
Ironizo Inoo mientras veía como Ryosuke tomaba
el vaso con licor y le daba un trago bastante largo mientras Yuto lo observaba
sorprendido.
Nadie se percato de que el menor estaba tomando
el licor como si fuera agua, Yuya lo miraba divertido pero la mirada triste que
le dedico le hizo acercarse.
-que paso? Que hacían ustedes dos…
-daiki… entro en mi cuenta y leyó nuestra
conversación.
Señalo a Yuya mientras volvía a beber del vaso
poniendo cara de disgusto por el sabor.
-qué?
-que me termino, porque supo que bese a Yuto
Yuya le sobo la espalda y esperaba quitarle
aquel vaso a su amigo, pero este termino de beber el contenido de él, ya
comenzaba a sentirse mareado, y más cuando camino a buscar su celular y Yuto se
le pego detrás.
-no bebas así…
-ya es el tercer vaso… apenas puedo ver todo
sin que se mueva
Dijo divertido, ahora entendía como se sentían
los ebrios, y todo comenzaba a hacerle gracia, enamorado de un chico que solo
quería sexo y atar a un amor que se había vuelto cariño, Daiki no merecía estar
a su lado, y ante ese pensamiento regreso a la mesa y relleno el cuarto vaso
con mas licor que jugó, ese sería el ultimo.
Apenas leyó los mensajes de Daiki, sabía que
tendría otra oportunidad, no lo arruinaría.
Se sentó en las piernas de Yuya mientras tomaba
un largo trago del vaso, el sabor apenas comenzaba a sentirlo desagradable.
-que pasa Yama-chan?
-que todo me da vueltas…
Dijo negando con la cabeza y riéndose por las
expresiones de sus amigos.
Yuto le había dicho algo, pero como no lo
escucho, se le sentó en las piernas y comenzó a jugar con su cabello.
-eres muy puto… e idiota… pero jodidamente
lindo
Confeso mientras se reía de lo irónico que era
la vida.
-Ryosuke… estas ebrio? Cuantos te tomaste?
Inoo le quito el vaso y se tomo lo que quedaba.
-Yamada Ryosuke esto está demasiado fuerte!?
-ssshh
Lo silencio para luego reírse en la cara de
Inoo.
-no deberías salir así, mejor quédate.
Ryosuke lo miro sorprendido y sabia lo que
implicaba quedarse.
-sabes Yutti, estoy ebrio, no idiota.
Yuya comprendió y tomo a su amigo del regazo
del pelinegro.
-mejor vamos saliendo para el club…
Todos le hicieron caso y Yuto intento
arrebatarle de los brazos al bajito, pero esta no tenía la suficiente fuerza
para apegarse a su amigo.
-vamos, no lo pueden llevar así, déjenlo y yo
se los cuido.
Incluso Hikaru y el resto miraron como Yuto se
divertía viendo los pucheros de Ryosuke
-no.. nosotros lo cuidaremos bien.
Dijo Yuya llevando a su amigo en la espalda
mientras decía unas cuantas maldiciones a quien sabe.
El chico de cabellos castaños luego de un par
de horas bailando y tomando agua se le había pasado los mareos.
-tengo sueñooo… deos!!
Se froto la cara con ambas manos, el frio era
insoportable y como ya estaba amaneciendo decidió que era momento de regresar a
casa de Yuto y buscar sus cosas; los padres de este lo dejaron pasar a buscar
sus cosas y lo encontró dormido sin camisa, se le hizo un poco tierno y termino
por tomar su celular y releer los mensajes, notando que mientras estaba ebrio
le envió muchos audios a Daiki pidiéndole que no lo dejase y por ultimo uno de
Yuya asegurándole que cuidaría de su novio ebrio.
Se rio de lo que había hecho y de lo que su
novio ahora le escribía, no merecía todo eso, ni su perdón ni su amor.
……………
El año estaba por acabar y aun se sentía mal.
Mensaje al grupo:
Lo siento chicos, pero no saldré hoy… estoy muy
enfermo.
Todos le habían enviado mensajes y el los
contesto con amabilidad, luego se tumbo en la cama, Yuto apenas y le respondía
los mensajes, sus pensamientos se volvían constantes alrededor de Yuto.
Comenzaba a odiarse, apenas en unos días el
alto se iría para siempre de su vida.
-tal vez todo sea mejor así.
Había recuperado a su mayor y su vida comenzaba
a volver a su rutina, pero pensar en Yuto se hacía sentir mal y un molesto
sentimiento en el pecho comenzaba a hacer que este le doliera.
El año lo recibió mirando por la ventana los
fuegos artificiales de la ciudad le tomo tiempo quedarse dormido mientras veía
las fotos que se había tomado con sus nuevos amigos, mas las pocas que tenia
con Yuto solamente.
Las preguntas siempre le atormentaban y daban
cachetadas a su realidad ¿el estaría teniendo a otro amante? ¿Qué numero era él
en la lista del alto?
…………
-aaah.. Yu…Yuto…
Trato de no levantar la voz mientras saltaba en
el rezago del pelinegro y este simplemente lo observaba mordiéndose los labios
examinando el cuerpo desnudo de su amante, Ryosuke lo miraba sonrojado mientras
se inclinaba buscando besar al de cabellos negros y este correspondía con
gusto, mientras le daba sonoras nalgadas asiéndolo saltar levemente mientras
controlaba su respiración acelerada.
No se podía sentir culpable, había rogado por
quedarse una noche con el pelinegro, así fuera esta la última vez que el amor
se sintiera en su pecho, no sabía lo que ese nuevo año le iba a deparar, pero sí
que iba a ser muy largo. Ambos se separaron y abrigaron haciendo que el bajito
se apegara al cuerpo ajeno.
-no me mires de esa manera..
Se burlo Yuto mientras cerraba los ojos con el
rostro viendo el techo.
-mirarte? Como te estoy mirando?
-así… me harás sentir culpable…
Se siguió burlando y Ryosuke no pudo evitar reírse
-siéntete culpable, es tu culpa también.
Yuto lo miro y entonces el castaño dejo de
mirarlo y lo abrazo soltando un sonoro suspiro.
Por mi está
bien amor así…
-porque yo?
Pregunto Yuto mientras miraba el techo
-creo que tengo un problema con los de tu tipo…
además que siempre que alguien me gusta me rechazan, así que estoy acostumbrado
Respondió de manera natural mientras volvía a
mirar a Yuto.
-si pero… sabias desde el inicio que no pasaría
a mas, verdad?
-claro que si… se te nota a leguas que no
buscas nada serio conmigo, ni por asomo.
Y eso duele
Se dijo para sí mismo mientras buscaba su ropa,
el dolor en su parte baja no era tan agudo como esperaba, mas le dolía
admitirlo delante del pelinegro que cualquier otra cosa, casi suplicando que se
diera cuenta, pero era su error, solo suyo, debía asumir que nada cambiaria.
-cuando te vas?
-al día siguiente por la mañana.
-entonces esta es nuestra última vez…
Esa noche apenas y pudo dormir mientras veía al
pelinegro de vez en cuando por la escasa luz que entraba a la habitación, tenía
que admitir que jamás volvería a hacer algo como aquello, guardaría ese pequeño
recuerdo para sí mismo, para su egoísta corazón.
Ese día que el pelinegro se fue, el no lo despidió
en el aeropuerto, no quería llorar, odiaba las despedidas, tan solo tomo su
celular y luego de repasar tres veces aquel mensaje, lo envió.
Para: Yuto
De: Ryosuke
No me quería despedir, era mucho para mí, tengo
sentimientos ¿sabes?
Y aunque te conocí en poco menos de un mes, lograste
poner mi mundo de cabeza.
Me gustas, demasiado para poder admitirlo en tu
perfecta y estúpida cara, pensaba dejar libre a Daiki, pero sería lo más estúpido
que hubiera hecho. No estás interesado en mí como yo lo puedo estar de ti. Jamás
había sido infiel a mis parejas, como sabrás siempre me dejaban por idiota. Gracias
por darme el mes más increíble de mi vida y hacerme dar cuenta que al menos el
amor sigue vivo en mí. No es como si Daiki no lo amara, pero lo quiero y me
debo quedarme con el por deber moral y deber a mí mismo, nadie me soporta como
él, y me sorprende que aun me haya perdonado, detesto quedarme solo, no tengo a
mas nadie, espero lo comprendas, aunque no sé porque te lo digo si se que no te
gusto, irónico.
Espero tengas feliz viaje, trata de cuidarte
por el camino, tal vez algun dia nos veamos de nuevo y no reiremos de todo de
nuevo, hasta entonces…
Te ama, Ryosuke Yamada.
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El chico miro su celular de nueva cuenta,
releyendo el mensaje, estaba esperando que su avión llamara a abordar, se mordió
el labio intentando contener una risa, aquel pequeño se había enamorado de él,
no era que le disgustara el hecho, pero sí de que no podía tener algo con él,
el pequeño que había puesto su mundo de cabeza en tres semanas tenia pareja y
como lo había dicho, se quedaría con su novio por obligación, quería responderle,
pero no pudo hacerlo ¿Qué diría? Solo haría que el castaño se le rompiera el corazón,
no merecía que tuviera esos sentimientos por él mucho menos las miradas que le había
dedicado durante todo ese tiempo.
-ay Yamada… ay, ay …
Se quejo mientras miraba las fotos que le había
sacado al chico sin que este lo notara y mas las que el mismo Yamada se había tomado cuando había
tenido su celular, incluso sus fotos juntos en el club y en la cena navideña.
-el amor se siente raro…
Se dijo para sí mismo, mientras guardaba su
celular y abordaba el avión.
Algún día volvería a verlo, tal vez…
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