Un Romance Decembrino Parte 3 Final


Llevaba toda la tarde intentando procesar lo que pasaba por su mente y lo que su cuerpo sentía, se regañaba internamente por haberlo hecho ¿acaso Daiki lo merecía? ¿Qué haría? Seguir adelante, recordó lo que había pasado meses antes viviendo con Daiki, todas las lagrimas que había derramado, quería hacer lo mismo, pero sabía que era estúpido.


FASHBACK

-en serio lo hiciste? … Daiki… solo quiero saber porque…
Hablaba con amargura y rabia arrastrando las palabras, necesitaba golpear al otro tipo, necesitaba hacer algo con tanto dolor que sentía ¿Cómo no lo vio venir antes?
-yo… sé que no merezco tu perdón… yo… ya no sé porque lo hice
El castaño menor de ambos rio con amargura dejando que lagrimas corrieran por sus mejillas, se sentía la peor persona del mundo, salió de la habitación y se dejo caer en la cocina llorando y gritando de rabia, aun las palabras de aquella chica que había llegado a su departamento con lagrimas en los ojos diciéndole que SU Daiki, Su chico de mejillas gorditas le había sido infiel con alguien que consideraba su amigo            ¿dudo de la palabra de la chica? No, no lo hizo ¿la razón? Recordaba aquel día que habían ido ambos a su trabajo y vio la mirada de Daiki que algo andaba mal, se sentía patético mirando el piso y el dolor en su pecho le hacía saber que seguía vivo y que no podía hacer nada más.

Se sorprendió a si mismo levantándose y regresando a la habitación encontrando a Daiki empacando sus cosas, si antes había sentido un balde de agua fría con la noticia, saber que la única persona en el mundo que le quedaba se iba lo hizo actuar por impulso y quitarle la ropa que estaba guardando en la maleta y abrazarlo con fuerza.

-no, no me dejes… por favor Daiki… quédate…
Comenzó a llorar de nueva cuenta arrodillándose, sintiéndose culpable aunque no era su culpa o tal vez sí.
-no Ryosuke… no puedo seguir aquí… mira todo lo que te hice… sabía que algún día te heriría… pero no quiero verte sufrir a costa mía.
La voz de aquella chica lo torturaba en su mente mientras negaba con la cabeza varias veces deshaciéndose de aquella voz.

Ryosuke no mereces estar al lado de alguien como él… si lo hizo con el idiota de Ren, lo hará de nuevo y no te conozco del todo, pero sé que no mereces… no merecemos esto.


Pero era tarde, Yamada Ryosuke era un masoquista y prefería estar con alguien como Daiki que llevando una vida completamente solo.

FIN DEL FLASHBACK


Había una gran diferencia desde aquel engaño, Ryosuke le tomo días volver a entregarse y olvidarse del hecho de que Daiki no era suyo unos meses más, en los cuales su relación parecía más de dos amigos que de una pareja.

Se odiaba así mismo por retener al mayor, odia sentirse solo pero cuando la propuesta de Daiki había surgido solo le tomo tres horas convencerse de que teniendo al mayor lejos le haría bien para volver a amarlo.

Estaba jugando con fuego, enamorarse de alguien más que simplemente quería sexo con él no era su idea, pero había surgido y ahora no sabía cómo sentir.


La cena en aquella casa había llegado y Yuto estaba a su lado, no podía dejar de mirarlo, como se podía fijar en alguien tan… tan Yuto.

Se le escapo una sonrisa y siguió comiendo.
-y eso?
-nada… hacia mucho que no cenaba en familia… y no es mi familia.
Yuto le sonrió y siguieron comiendo hasta que ambos estaban esperando a que llegaran el resto de sus amigos, Yuya no había logrado conseguir transporte y menos con la nevada que comenzaba, sería un milagro si sus amigos llegaban.

Pasaron unas cuantas horas en las que intentaba reusarse a beber o bailar, bailar con Yuto causaría las mismas reacciones que en el club o eso pensaba, de vez en cuando le quitaba el vaso de las manos a Yuto y le daba un trago al licor que este contenía, sabia bastante mal y su garganta poco se estaba acostumbrando, según su AMIGO, el trago estaba suave, pero para alguien que nunca había tomado eso era lo mismo, fuerte o suave.

Yuto le miraba de vez en cuando bailaba con sus familiares y el estaba al lado de Hikaru intentando conversar sin que fuera todo una broma para el mayor.

-si lograste conseguir transporte con este clima?
-tuve que venir más temprano para eso.
Hikaru lo miro de arriba abajo y este se rio, saco su celular y le hizo ceñas de que lo siguiera a donde se encontraba el árbol de navidad.
-tomémonos fotos chicos!
Dijo mientras le tendía el celular a Ryosuke y este comenzaba a tomar las fotos, la chica pelirroja había llegado y lo jalo para tomarse la foto junto a Yuto, este lo toqueteo sin que se dieran cuenta el resto, eran toques que lo desarmaban internamente, y más cuando se topaban solos en la cocina con la excusa de irse a servir otro trago, parecía un cachorro necesitado de atención, cosa que Yuto hacia cuando estaban a solas, robándole pequeños besos y toqueteos que Ryosuke rogaba por seguir sintiendo un poco más de tiempo, pero si no fuera porque estaban demasiadas personas su cordura la arrojaría por la borda y llevaría al chico alto a la habitación para poder hacerle lo que quería el deseara.


La noche paso larga y lenta, sin que él se estuviera pasándola igual que el resto, Yuto de vez en cuando lo miraba con malicia, y el solo negaba moviendo la cabeza, sonreía de lo era capaz de transmitir el otro con la mirada.

Ryosuke luego de unas horas ya le estaba ganando le sueño, debía ser capaz de resistir un poco mas hasta que pudiera irse a casa, Yuto se acostó en el sofá colocando su cabeza en las pierna de Ryosuke mientras este le comenzaba a acariciar los cabellos.

-que haces aquí solito?
-intento no dormirme…
-si vas afuera no te dormirás…
-estas fumando y el humo me hace más daño en la garganta.
-has estado tomando esta vez…
El castaño levanto los hombros restándole importancia.
-sabe más a agua, además, es el fondo de lo que dejas.
Cuando las personas dejaron de pasar a su alrededor Yuto logro robarle un beso desde su posición, mientras miraba los ojos del castaño.

Yuto se levanto de un salto del sofá y llevo al menor a su habitación, este se rio por lo gracioso que se veía el alto, apenas entraron y la puerta se cerro, comenzó a besar al con desespero llevándolo a la cama y echándolo en esta, el castaño dejo que este le abriera la camisa mientras seguía besándole, tomo el miembro del alto con sus manos masturbándolo, tomando en cuenta que las personas a fuera notarían su ausencia no podía dejar que pasara algo mas, se sentía nervioso.

-vamos… déjame hacerlo… seré rápido
El castaño levanto una ceja divertido, no esperaba complacerlo, se sentía celoso por verlo bailar con otras personas y hacerle él el que no sabía bailar para evitar bailar con el chico que le estaba robando su cordura.
-tómalo como castigo, si?
Siguió masturbando al chico hasta que lo escucho maldecir y quitarle la mano del bajito y terminar por venirse en su mano, Ryosuke se rio de verlo de aquella manera, luego de que este su hubiera limpiado la mano el castaño se comenzó a arreglar la ropa mientras sonreía con malicia, la puerta del cuarto del chico fue tocada y Yuto la abrió con rapidez encontrando a su amigo Lweise muy ebrio y sonriendo cómplice de ver a ambos chicos encerrados y mas por las mejillas levemente rojas del bajito.

-ya lo hicieron? Que rápido eres?
El chico se hecho en la cama y Ryosuke con los brazos cruzados miraba la escena desde lejos.
-vamos, hay que ir afuera.
-los dejare en paz si me das un cigarrillo.
Dijo el chico mirando a ambos chicos
-porque mejor no tomas agua a ver si te pones un poco menos ebrio, el cigarro no ayuda.
-veras enanin, las cosas con Yuto son diferentes, debes saber cómo pedirle las cosas.
Yuto se rio y le dio el cigarro.
-anda vamos, el encendedor lo tienen afuera.
-ves? Es fácil, solo pídeselo.
El castaño no entendía a que se refería y lo aludió al licor que estaba haciendo estragos en aquel chico más alto que ambos.



Cuando salió el sol Ryosuke tuvo que esperar a que el transporte que buscaría a Hikaru los llevara a ambos, cuando Yuto salió cambiado y bañado el castaño palideció, el pelinegro no entendía la actitud del chico hasta que estuvo cerca y le dio un beso en la frente.

-en verdad quiero que me perdones… lo siento… no era mi intención..
Yuto lo miro sin entender y fue a verse en el espejo donde Ryosuke le había señalado, cuando vio su reflejo en el espejo, miro incrédulo al bajito.
-vaya señorito.. Marcando territorio?
Ryosuke negó divertido ya que el alto no se había enfadado por lo que él había hecho en un arranque de posesividad.
-juro que no me di cuenta que lo hice.
El chico alto se acerco y lo beso en los labios fugazmente.

Ya estaba hecho, ese chico seria su perdición, pero debía tener algo aun más en claro.

Yuto se iría del país, no podía enamorarse de algo, menos de alguien que solo estaba se iba para no volver, no por lo menos en un par de años.

Tal vez había sido bueno aferrarse a algo de corto tiempo, solo una semana Yuto Nakajima le había puesto su mundo de cabeza y su corazón sangrante volvía a latir gracias a él.



Tres días más tarde…

Sabía que ese día lo iba a perder todo, pero no estaba preparado para eso.

Daiki sospechaba de su actitud, y había entrado a su cuenta de facebook para notar que sus sospechas tenían solidez, pero no solo eso, aun escondía algo, se sentía agradecido de cierta manera.


-Yuto, tu celular, necesito hacer una llamada.
El alto lo miro con extrañeza mas la mirada seria que jamás le había visto al bajito le extendió su celular y este escribió rápido o como mejor pudo porque comenzó a quebrarse delante de su pelinegro.
-hey… que sucede?
-Dai…Daiki sabe que algo pasa…
Yuto lo miro sorprendido y quitándole el celular de Ryosuke leyó el mensaje que había dejado el novio de este.
-no me responde el celular… no… no quiero perderlo… no así…

No con algo que jamás pasara… no contigo Yuto

Pensó mientras comenzaba a llorar y el alto lo abrazaba por los hombros.
-ven… vamos al cuarto…
Lo llevo arrastras hasta su cuarto donde lo vio llorar aun mas, pero algo le decía que no era todo, Yuto lo dejo solo unos minutos y comenzó a llorar con más fuerza cubriéndose la boca con la mano mientras que la otra desordenaba sus cabellos, mas lagrimas amargas salían de sus ojos, ahora todo era su culpa ¿Qué iba a hacer? ¿Cómo saldría adelante?

No quería quedarse solo y ante esa idea, pego sus rodillas a su frente mientras estaba sentado en la cama de Yuto.
-no quiero estar sin ti…
Se decía a si mismo mientras intentaba controlar un nuevo ataque de ansiedad, la mera idea de estar solo de nuevo, de encontrar un camino entre tanta oscuridad le hacía no querer seguir viviendo, menos sin Daiki, estaba vivo gracias a él, gracias a que en sus primeros años logro superar su estado anímico y su depresión, Daiki Arioka había aparecido como un ángel a su rescate cuando ya había tocado fondo.

Cuando Yuto regreso este ya estaba con un rastro de lagrimas secas en las mejillas, el alto cerró la puerta con seguro y se sentó al lado del chico que parecía absorto a sus pensamientos y apenas lo miraba.

-el no sabe todo… puedes… no se… recuperarlo, solo necesita escuchar lo necesario.
Ryosuke suspiro, quería creer en sus palabras, que podía recuperarlo, pero estaba ciego, necesitaba algo de luz.
-no soy bueno consolando… no al menos como imaginas.
Comento malicioso Yuto mientras dejaba en su regazo al chico bajito y comenzaba a besarlo.

El castaño correspondió dejando escapar un par de lágrimas.

Tú me gustas idiota, pero o lo vez o simplemente prefieres que todo quede así.

El castaño volvió a besarlo aun con más ganas dejándose llevar por el pequeño faro de luz que había conseguido.

Yuto lo tomo con más calma, pero a la final el deseo pudo con ambos, besándose con necesidad mientras las embestidas lograban tocar un punto a un delicado para él bajito, le costaba encontrar su punto donde podía llegar al orgasmo, pero Yuto parecía encontrarlo con rapidez, y esta vez sus dedos se aferraron aun con más fuerza al cuerpo ajeno, llegando al orgasmo en corto tiempo.

Salió del castaño con lentitud ganándose un último gemido de aquel cuerpo bajo suyo y mas la sonrisa maliciosa en los labios del pelinegro.

-rayos… ya lo hicieron? Que rápido.
Ironizo Inoo mientras veía como Ryosuke tomaba el vaso con licor y le daba un trago bastante largo mientras Yuto lo observaba sorprendido.

Nadie se percato de que el menor estaba tomando el licor como si fuera agua, Yuya lo miraba divertido pero la mirada triste que le dedico le hizo acercarse.

-que paso? Que hacían ustedes dos…
-daiki… entro en mi cuenta y leyó nuestra conversación.
Señalo a Yuya mientras volvía a beber del vaso poniendo cara de disgusto por el sabor.
-qué?
-que me termino, porque supo que bese a Yuto
Yuya le sobo la espalda y esperaba quitarle aquel vaso a su amigo, pero este termino de beber el contenido de él, ya comenzaba a sentirse mareado, y más cuando camino a buscar su celular y Yuto se le pego detrás.

-no bebas así…
-ya es el tercer vaso… apenas puedo ver todo sin que se mueva
Dijo divertido, ahora entendía como se sentían los ebrios, y todo comenzaba a hacerle gracia, enamorado de un chico que solo quería sexo y atar a un amor que se había vuelto cariño, Daiki no merecía estar a su lado, y ante ese pensamiento regreso a la mesa y relleno el cuarto vaso con mas licor que jugó, ese sería el ultimo.

Apenas leyó los mensajes de Daiki, sabía que tendría otra oportunidad, no lo arruinaría.

Se sentó en las piernas de Yuya mientras tomaba un largo trago del vaso, el sabor apenas comenzaba a sentirlo desagradable.

-que pasa Yama-chan?
-que todo me da vueltas…
Dijo negando con la cabeza y riéndose por las expresiones de sus amigos.

Yuto le había dicho algo, pero como no lo escucho, se le sentó en las piernas y comenzó a jugar con su cabello.
-eres muy puto… e idiota… pero jodidamente lindo
Confeso mientras se reía de lo irónico que era la vida.
-Ryosuke… estas ebrio? Cuantos te tomaste?
Inoo le quito el vaso y se tomo lo que quedaba.
-Yamada Ryosuke esto está demasiado fuerte!?
-ssshh
Lo silencio para luego reírse en la cara de Inoo.
-no deberías salir así, mejor quédate.
Ryosuke lo miro sorprendido y sabia lo que implicaba quedarse.
-sabes Yutti, estoy ebrio, no idiota.
Yuya comprendió y tomo a su amigo del regazo del pelinegro.
-mejor vamos saliendo para el club…
Todos le hicieron caso y Yuto intento arrebatarle de los brazos al bajito, pero esta no tenía la suficiente fuerza para apegarse a su amigo.

-vamos, no lo pueden llevar así, déjenlo y yo se los cuido.
Incluso Hikaru y el resto miraron como Yuto se divertía viendo los pucheros de Ryosuke
-no.. nosotros lo cuidaremos bien.
Dijo Yuya llevando a su amigo en la espalda mientras decía unas cuantas maldiciones a quien sabe.


El chico de cabellos castaños luego de un par de horas bailando y tomando agua se le había pasado los mareos.

-tengo sueñooo… deos!!
Se froto la cara con ambas manos, el frio era insoportable y como ya estaba amaneciendo decidió que era momento de regresar a casa de Yuto y buscar sus cosas; los padres de este lo dejaron pasar a buscar sus cosas y lo encontró dormido sin camisa, se le hizo un poco tierno y termino por tomar su celular y releer los mensajes, notando que mientras estaba ebrio le envió muchos audios a Daiki pidiéndole que no lo dejase y por ultimo uno de Yuya asegurándole que cuidaría de su novio ebrio.

Se rio de lo que había hecho y de lo que su novio ahora le escribía, no merecía todo eso, ni su perdón ni su amor.


……………

El año estaba por acabar y aun se sentía mal.

Mensaje al grupo:
Lo siento chicos, pero no saldré hoy… estoy muy enfermo.

Todos le habían enviado mensajes y el los contesto con amabilidad, luego se tumbo en la cama, Yuto apenas y le respondía los mensajes, sus pensamientos se volvían constantes alrededor de Yuto.

Comenzaba a odiarse, apenas en unos días el alto se iría para siempre de su vida.

-tal vez todo sea mejor así.
Había recuperado a su mayor y su vida comenzaba a volver a su rutina, pero pensar en Yuto se hacía sentir mal y un molesto sentimiento en el pecho comenzaba a hacer que este le doliera.


El año lo recibió mirando por la ventana los fuegos artificiales de la ciudad le tomo tiempo quedarse dormido mientras veía las fotos que se había tomado con sus nuevos amigos, mas las pocas que tenia con Yuto solamente.
Las preguntas siempre le atormentaban y daban cachetadas a su realidad ¿el estaría teniendo a otro amante? ¿Qué numero era él en la lista del alto?

…………




-aaah.. Yu…Yuto…
Trato de no levantar la voz mientras saltaba en el rezago del pelinegro y este simplemente lo observaba mordiéndose los labios examinando el cuerpo desnudo de su amante, Ryosuke lo miraba sonrojado mientras se inclinaba buscando besar al de cabellos negros y este correspondía con gusto, mientras le daba sonoras nalgadas asiéndolo saltar levemente mientras controlaba su respiración acelerada.

No se podía sentir culpable, había rogado por quedarse una noche con el pelinegro, así fuera esta la última vez que el amor se sintiera en su pecho, no sabía lo que ese nuevo año le iba a deparar, pero sí que iba a ser muy largo. Ambos se separaron y abrigaron haciendo que el bajito se apegara al cuerpo ajeno.

-no me mires de esa manera..
Se burlo Yuto mientras cerraba los ojos con el rostro viendo el techo.
-mirarte? Como te estoy mirando?
-así… me harás sentir culpable…
Se siguió burlando y Ryosuke no pudo evitar reírse
-siéntete culpable, es tu culpa también.
Yuto lo miro y entonces el castaño dejo de mirarlo y lo abrazo soltando un sonoro suspiro.

Por mi está bien amor así…

-porque yo?
Pregunto Yuto mientras miraba el techo
-creo que tengo un problema con los de tu tipo… además que siempre que alguien me gusta me rechazan, así que estoy acostumbrado
Respondió de manera natural mientras volvía a mirar a Yuto.
-si pero… sabias desde el inicio que no pasaría a mas, verdad?
-claro que si… se te nota a leguas que no buscas nada serio conmigo, ni por asomo.

Y eso duele

Se dijo para sí mismo mientras buscaba su ropa, el dolor en su parte baja no era tan agudo como esperaba, mas le dolía admitirlo delante del pelinegro que cualquier otra cosa, casi suplicando que se diera cuenta, pero era su error, solo suyo, debía asumir que nada cambiaria.

-cuando te vas?
-al día siguiente por la mañana.
-entonces esta es nuestra última vez…

Esa noche apenas y pudo dormir mientras veía al pelinegro de vez en cuando por la escasa luz que entraba a la habitación, tenía que admitir que jamás volvería a hacer algo como aquello, guardaría ese pequeño recuerdo para sí mismo, para su egoísta corazón.


Ese día que el pelinegro se fue, el no lo despidió en el aeropuerto, no quería llorar, odiaba las despedidas, tan solo tomo su celular y luego de repasar tres veces aquel mensaje, lo envió.


Para: Yuto
De: Ryosuke


No me quería despedir, era mucho para mí, tengo sentimientos ¿sabes?
Y aunque te conocí en poco menos de un mes, lograste poner mi mundo de cabeza.
Me gustas, demasiado para poder admitirlo en tu perfecta y estúpida cara, pensaba dejar libre a Daiki, pero sería lo más estúpido que hubiera hecho. No estás interesado en mí como yo lo puedo estar de ti. Jamás había sido infiel a mis parejas, como sabrás siempre me dejaban por idiota. Gracias por darme el mes más increíble de mi vida y hacerme dar cuenta que al menos el amor sigue vivo en mí. No es como si Daiki no lo amara, pero lo quiero y me debo quedarme con el por deber moral y deber a mí mismo, nadie me soporta como él, y me sorprende que aun me haya perdonado, detesto quedarme solo, no tengo a mas nadie, espero lo comprendas, aunque no sé porque te lo digo si se que no te gusto, irónico.

Espero tengas feliz viaje, trata de cuidarte por el camino, tal vez algun dia nos veamos de nuevo y no reiremos de todo de nuevo, hasta entonces…

Te ama, Ryosuke Yamada.

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El chico miro su celular de nueva cuenta, releyendo el mensaje, estaba esperando que su avión llamara a abordar, se mordió el labio intentando contener una risa, aquel pequeño se había enamorado de él, no era que le disgustara el hecho, pero sí de que no podía tener algo con él, el pequeño que había puesto su mundo de cabeza en tres semanas tenia pareja y como lo había dicho, se quedaría con su novio por obligación, quería responderle, pero no pudo hacerlo ¿Qué diría? Solo haría que el castaño se le rompiera el corazón, no merecía que tuviera esos sentimientos por él mucho menos las miradas que le había dedicado durante todo ese tiempo.

-ay Yamada… ay, ay …
Se quejo mientras miraba las fotos que le había sacado al chico sin que este lo notara y mas las  que el mismo Yamada se había tomado cuando había tenido su celular, incluso sus fotos juntos en el club y en la cena navideña.

-el amor se siente raro…
Se dijo para sí mismo, mientras guardaba su celular y abordaba el avión.

Algún día volvería a verlo, tal vez…

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