*Viernes; 18 de Noviembre del 2016*
La chica ahora con cabello recogido miraba firmemente a su oponente
quien ya portaba su casco, no sabía si estar insegura o preocupada por lo que
el hombre atacante (de practica) podría superar. Una señal y su atacante se
abalanzo sobre ella y entre movimientos rápido, con su espada atacaba y
bloqueaba los golpes de su atacante.
―suficiente Takarai-san, regrese a su asiento. ―Grito Tsubasa-sensei
desde su asiento, examinando las expresiones de ambos chicos al quitarse las
mascaras. ―se supone que ESTO es un entrenamiento, no un preescolar.
―No estaba concentrado sensei.
Se disculpó Yamada limpiándose el sudor de la frente.
―si no pueden superar una crisis, me hacen el favor y cambian de club.
Y con esas palabras ambos chicos desaparecieron del salón de Kendo con
murmullos por parte de las chicas que allí estaban.
―lo…lo lamento Takarai, es mi culpa.
Se disculpó Yamada mientras se comenzaba a cambiar su atuendo de
entrenamiento.
―no te preocupes, yo no me puedo dar el lujo de cambiarme de Club, pero
tu si deberías, Senpai.
Yamada apenas le dio una rápida mirada y levantándose mientras echaba un
largo suspiro, se dirigió a la salida, no era momento para que decayera en una
depresión por algo que ya había ocurrido hace un año.
Después de clases, Yamada se saltó las siguientes, solo necesitaba
pensar que haría a partir de ahora con su vida.
―Suicida…
Yamada volteo rápido al escuchar la voz femenina que le había hecho
aquel comentario, encontrándose con el rostro de otra de sus antiguas víctima.
―no, solo… necesito pensar.― Comento con una media sonrisa, amarga.
―Creo que no me he disculpado contigo como es debido, Misaki.
La chica se estremeció sorprendida por las palabras de aquel que alguna
vez le hizo daño; con la mirada gacha sonrió amargamente.
― “Suicida” Eso llegue a escuchar un par de veces por alguna chica en el
pasillo, y siempre venia aquí a pensarlo ―aquellos recuerdos la comenzaron a
atormentar nuevamente, las imágenes, los insultos. ―cambiarme de escuela no fue
fácil, menos regresar.
Yamada miro los ojos llenos de lágrimas de aquella chica que él mismo
había roto, ¿Por qué? Simple, celos de adolescente.
―perdóname Misaki, fui…soy… era!.. Ya ni sé que soy ahora, pero en
verdad quiero que me perdones por todo lo que paso entre ambos.
La chica agito la mano en el aire conteniendo las ganas de seguir
llorando, se acerco lentamente al chico más alto, quedando ambos ante la vista
del atardecer entre las montañas.
―ya…ya todo termino, no?
Yamada tomo la mano de Miki y la atrajo hacia él abrazándola fuerte,
comenzando a llorar entre ambos.
…
―¿Quiénes son aquellos?
Pregunto Chinen mientras volvía a llevarse la paleta dulce a la boca.
―no lo sé…hoy no traje mis lentes, los deje en el salón.
Respondió una Susana no muy convencida de querer interrumpir a aquella
pareja que se abrazaban en la azotea.
El chico bajito examino bien a aquellos dos que se encontraban desde el
punto más alto de la azotea, sabiendo que uno de ellos era su mejor amigo, pero
¿Quién era la chica que abrazaba? No daba crédito que fuese otra de las andadas
de Ryosuke, a leguas se notaba que no era el mismo chico desde el año pasado.
SABADO…
Una cumpleañera, atrapada en clases extracurriculares con uno de sus profesores
favoritos, para él, una pesadilla que había comenzado cuando él cedió ante los
encantos de una adolescente caprichosa.
―Matsumoto-sensei… podría prestarme atención, usted debería darme la
clase.
La chica hizo un leve puchero con los labios mientras se cruzaba de
brazos, abultando sus senos, mientras estos se asomaban por la camisa.
―¿puedo saber cómo acabe yo en esto? ―Jun dejo la pregunta al aire como
si alguien más lo pudiera escuchar, la chica por su parte se hizo la
ofendida.
―le recuerdo que――
―ni intentes recordarme que debo pasarte de año.
―le recuerdo que hoy estoy de cumpleaños y mis amigos van a venir en 5
horas, y usted tiene solo 3 horas conmigo, apenas llevamos 30 minutos en solo
una fase de la clase.
La chica le bromeo mientras jugueteaba con el lápiz en el cuaderno.
―Takarai, yo aun no entiendo porque sigo aquí, tu eres una de las
mejores en clase, pero tu afán de hacer los exámenes mal es para tenerme aquí?
La chica había quedado que tendría que darle las clases
extracurriculares en su casa o les diría a todos que un profesor de Literatura
solo estaba jugando con una alumna, Jun Matsumoto se maldecía día y noche desde
que había cedido ante las amenazas, pero no se doblegaría para caer entre las
piernas de Takarai Suna.
… 3 horas después…
El joven profesor se encontraba entrando a la estación del tren, solo
quería regresar a casa, esa chica que ahora cumplía 17 años le ponía la piel de
gallina, era hombre!, como no se iba a calentar por una chica que le mostraba más
de la cuenta, pero POR DIOS, era una alumna y no obstante menor de edad, si por
lo menos fuera un poco mayor y no estuviera para nada emparentados, tal vez…
solo tal vez.
Jun necesitaba fumar, necesitaba que el humo calara por sus pulmones y
si era posible que fuera a su cerebro y le nublara los recuerdos que había
tenido hace dos horas antes.
*FlashBack*
Se encontraba caminando de un lado a otro
mientras miraba el reloj de vez en cuando, Suna había ido al baño, la madre de
esta había salido hacia diez minutos a quien sabe dónde, Jun le echo un vistazo
a la habitación de la chica, parecía la de una niña acorde a su edad, cuadros,
posters, pero sobre todo, una de esas fotos le perturbo, era él, pero no era de
la escuela, era una foto de cuando era adolescente en Horikoshi, junto a una
recortada Mishichige.
―ya llegue…―
―¿de…¿de dónde sacaste esa foto?
Pregunto levemente enojado.
―la tengo desde el año pasado,
cuando sacamos las cajas del viejo almacén.
Así que…los archivos viejos de la escuela
no se habían quemado del todo.
―¿Por qué la tienes?
La chica sonrió con descaro.
―la tengo porque me gusta verlo
cuando tenía mi edad, aunque los años no pasan en vano.
Sin esperárselo Suna se abalanzo sobre Jun
sentándolo en la cama y luego recostándolo.
―sensei… lo amo, y no es un
capricho para mí.
****
Jun apago de un pisotón el cigarrillo recordando nuevamente lo que había
hecho, esa niña lo tenía embrujado, no sabía cómo cedía tan rápido.
…
―y… ¿Por qué la sonrisa de
psicópata?
―en serio, necesitas
terapia.
Suna solo abrazaba la almohada y ocultaba su rostro en ella, inhalando
el aroma que había dejado su adorado sensei.
Sakura le golpeo con una almohada y luego se le unió a los golpes Erika
y para cuando se quería terminar, un chico asomo la cabeza por la puerta y una
almohada impacto contra su cara, todas las chicas dentro comenzaron a reír.
―¿Qué sucedió?
Pregunto preocupado Marius
mientras miraba a su amigo y guardaespaldas.
―creo que… tienen una
guerra allá dentro.
Explico Sou mientras se acomodaba el cabello aplastado.
*Miércoles; 30 de Noviembre del 2016*
Chinen
Los dos primeros días de
esta semana para mi han transcurrido con la misma normalidad que el resto de
los demás días, meses, nada ha cambiado, excepto el hecho de que cada uno de
mis amigos ahora están pasando por la misma fase que yo a inicios de año
escolar, ¿Cómo debería tomarme el hecho de que Susana sigue a mi lado? Creo que debería ser agradecido de tener a
tres chicas que me amen; mis hermanas y Susan, ¿debería dejar de dar tantas
vueltas al asunto y pedírselo de una vez? Lo he pensado desde ya unas semanas que
Susan se queda en mi departamento, se que ambos iremos a la misma universidad,
así que…
―entonces, he pensado que
deberíamos vivir juntos.
La expresión calmada que
tenia Susan a cambiado por una de total asombro y hasta se ha atragantado con
su jugo.
―Yuri… eso… yo…
―sé que me estoy tomando
esto muy aceleradamente, pero ya hoy cumplo los 18, y es una decisión
importante en mi vida, y tu formas parte de ella.
Examino su rostro, no da
señales de que vaya a negarse, pero sé que para ella también es algo difícil lo
que le pido, tal vez piense en ir con su familia en México a pasar unos meses
antes de entrar a la universidad, creo que fui imprudente y egoísta.
―acepto.
Ahora soy yo quien no me
creo lo que acabo de escuchar y por su sonrisa parece que estoy quedando como
idiota.
―en serio?
Se ríe ligeramente, pero
esta alegre, feliz!
―claro que sí! Acepto
vivir contigo Yuri; Pero――
―¿pero?
―pero cuando nos
graduemos, ¿sí?
―¡claro!
Creo que saltar justo
ahora como loco y gritar que soy el chico más afortunado del mundo no es lo
correcto, en cambio abrazo a Susan olfateando ese aroma ligero de su perfume,
lo que mas me ha gustado de ella es su esponjoso cabello, parece un pedazo de
cielo que ha caído a mis manos y yo soy tan egoísta que no quiero dejarlo
escapar.
Regresamos a clases
notando que todos están en sus celulares, tan sumergidos que ni prestan
atención a su alrededor, mi propio celular comienza a vibrar en mi bolsillo el
cual saco rápido para darme cuenta de que era una notificación de actualización
de la aplicación de la escuela, una noticia, en letras grandes y rojas.
“Ex alumna de Horikoshi Gakuen es encontrada muerta en Hotel
de Italia por sobredosis”
Todos se hacen la misma
pregunta, ¿Cómo paso? Hasta que abro la noticia noto la foto vieja de alguien
que no esperaba que apareciera, Lucia Arukawa había muerto, rápidamente pensé
en Yuya, eso lo destrozaría, desde hace un año que él busca como loco a Lucia,
y encontrarla de esta manera no era lo mejor.
Mi teléfono repico una,
dos, tres y hasta cuatro veces antes de que me mandara a buzón de voz, marque
al número de Yabu, tal vez él sabía algo…
―Yabu-senpai, ¿Cómo está?
―un poco ocupado Yuri, ¿sucede algo?
―¿no lo sabe aun?
―¿saber qué?
―…Lucia… Murió.
Un largo silencio detrás
del teléfono y respiraciones hondas fue todo lo que obtuve de respuesta.
―estoy llamando a Yuyan,
pero no me atiende, cree que…??
―yo… yo buscare a Hikaru y a Inoo, gracias por avisarme Yuri.
Me corto tan rápido la
llamada que no me dio tiempo ni despedirme, busque con la mirada a Yuto, Yamada
o Keito, pero nada, mire a Susan que hasta ahora notaba que estaba sentada
llorando.
Esto era un golpe muy duro
para todos. Aunque lo de sobredosis no me lo creía…
…
Cuando hubo terminado la
tarde, una reunión era inminente, todos estaban en silencio, las chicas solo se
miraban unas a otras buscando quien iniciara la conversación.
―… bueno… sobre esa
noticia… he intentado localizar a Nohara-senpai, pero no me contesta el
teléfono.
―yo… llame a Yabu-senpai,
parece que él se acaba de enterar por mí, dijo que llamaría a Yaotome e Inoo ya
que Yuyan no contesta.
Dije luego que Janet
asintiera y tecleara algo en la lapto, Inoue venia entrando al aula junto a
algunas de las chicas de segundo año.
Las caras largas y
silencios extensos reinaban en el salón.
―Yo… acabo de hablar con
Kei…
Todos mirábamos atentos a
Inoue, ella respiro hondo intentando controlarse para poder hablar.
―Encontraron a
Takaki-senpai muy mal, había destruido todo su departamento y casi… casi…
Inoue bajo la cabeza y se
cubrió la boca, yo quería llorar, no fue hasta que sentí el cálido tacto de
Susan en mis mejillas que lo supe, ya estaba llorando, la abrace como nunca
antes lo había hecho, no quería que se fuera de mi lado, no quería perderla.
*Viernes 02 de Diciembre del 2016*
Hikaru
Me había sentado al borde
de la cama mirando lo miserable que se veía Yuya, desde hace dos días que había
recibido la noticia de que Lucy había muerto, aunque Inoo había llegado primero
al departamento nadie podía contenerlo.
*FLASHBACK*
El chico peli negro había
oído a su novia por el teléfono decir que Lucia Arukawa había muerto, este solo
se subió al auto y salió de la universidad a todo velocidad, sabía que Yuya
Takaki se enteraría primero, por lo que hizo llamadas rápidas de donde este
estaría, descubriendo rápido que el mayor estaba en su departamento, para
cuando Inoo llego ya se escuchaban fuertes golpes y cosas rompiéndose dentro
del departamento, con ayuda del portero del edificio lograron abrir la puerta
encontrando a Yuya completamente enloquecido, mientras lloraba y lanzaba
cualquier cosa a su paso, Inoo y el portero intentaron detenerlo pero era casi
imposible, no fue hasta que diez minutos más tarde que aparecieron Hikaru
Yaotome y Kota Yabu que lograron controlarlo de un golpe, hasta que perdió el
conocimiento, para este punto Yuya se había cortado una de sus muñecas en un
intento de suicidarse.
****
―¿Qué día es hoy?
Pregunto Yuya cuando
despertó, parecía ebrio, y lo estaba.
―hoy es el día de mi
cumpleaños, Yu…
―oh… felicidadessss…
ssuuupongo.
Hice una mueca, no era
hora de que se preocupara por mí, ya para eso estaba Keiko.
―¿y… los demás?
―ya vienen en un rato, te
vamos a cuidar, hasta que te levantes.
Mi amigo parecía perdido,
como si ahora fuera un zombie, amaba a esa chica, la adoraba, aunque esta lo
haya dejado plantado el día de la graduación, aun así él…
―yo ya no tengo reparo…
ella… ella ya no está…
―¿y qué importa si ella no
está? Te recuerdo que te dejo primero.
―eso no me importa!, yo
debía buscarla... yo debí…
―no es tu culpa, ella
quería seguir su camino
El pobre diablo no decía o
hablaba de otra cosa, parecía sumergido en una especie de limbo, donde solo
están sus recuerdos atormentándolo.
Si algo así me pasaba a
mí, realmente me vería como él.
―ella no se suicido… ella
no pudo haberlo hecho…
―yuya… no estamos seguro
de lo que realmente paso, la gente cambia.
―tú lo has dicho, la
gente, ella no.
Eche un suspiro, estaba
cansado de hablar sobre ello, nunca acabamos de conocer bien a las personas
hasta que algo así pasa.
…
Para el final de la tarde,
los chicos le habían dado tantas pastillas para dormir que no nos tendríamos
que preocupar por él hasta mañana por la mañana.
―y… ¿Quién se quedara a
cuidarlo?
―Yo y Karina nos
quedaremos, no te preocupes.
―Kota, tú debes trabajar…
al igual que Karina, lo que él necesita es que lo vigilen 24/7, no sabemos que
se le ocurra hacer.
―entiendo tu preocupación
Hikaru… pero él nos tiene solo a nosotros ahora, somos la única familia que le
queda.
Aunque Yuya tuviera
familia, ninguno de estos era muy apegado a él, ni siquiera su nana, ni su
propia madre había ido a la graduación, no era de extrañarse que Yuya sea tan
desapegado con su propia familia de sangre, y tan apegado a nosotros.
―no te preocupes
Yaotome-kun, tu ve con Keiko, nosotros nos haremos cargo de Yuya.
Debe al par de tortolos
cuidando al durmiente de Yuya, tampoco era que iba a celebrar por todo lo alto,
pero debía asiste a una ridícula ceremonia que mi padre estaba organizando,
Keiko llego con un vestido despampanante en color rojo.
Sus labios en un tono tan
sub-real que parecía que estuviera soñando, cuando llego hasta mi lado sus
mejillas estaban completamente rojas.
―¿Por qué me miras así?
―es… es que te vez,
hermosa.
Me dedico una de sus
bellas sonrisas y la lleve hasta la pista de baile, esa noche tendría que trabajar, pero solo ver a mi
futura esposa hace que solo quiera mandar a la mierda toda la cadena turística
y dedicarme a quitarle el vestido con los dientes a mi querida futura esposa.
―¿Cómo está el señor
Takaki?
Pregunto a mi oído
mientras bailábamos muy pegados.
―lo deje con Karina y
Kota, estará bien dormido hasta mañana.
―me parte el alma verlo
así… si yo te perdiera…yo…
―Ssshh, tu no me vas a
perder, primero me pongo viejo antes de que eso pase.
Recibí un golpe en mi
hombro mientras la sentía acurrucarse a mi lado, jamás pensé que la tendría así
de cerca, nunca sabes lo que puedes perder si solo te aferras y conformas con
recibir cariño, siempre hay que arriesgarlo todo y puede que todo surja como
debe; un feliz para siempre es lo que más deseo junto a Keiko.
*Viernes 09 de Diciembre del 2016*
El entierro de Lucia Arukawa fue en
Japón, toda la escuela estuvo presente, reyes, reinas, príncipes y princesas,
antiguas estudiantes, todos para despedirla, nadie sabía exactamente qué había
sucedido, lo único claro era que se había quitado la vida, a los 19 años, justo
17 días antes de su cumpleaños número 20, Yuya era el único distanciado de
todos los demás, el día soleado y el silencio que reinaba en el cementerio eran
acompañados por una leve brisa de invierno.
Cuando todos hubieron dejado el
cementerio, solo quedaban los ex compañeros de clase
―tantas… tantas cosas que
quedaron inconclusas…
Adari tenía una rosa
blanca en sus manos la cual dejo sobre la fría placa con el nombre de “Lucia
Arukawa, 1996-2016”.
―¿Por qué se quitaría la
vida?
Pregunto Miki mientras Kei
la abrazaba por los hombros.
―es una pregunta que
quedara en el aire…
Respondió Yabu mientras
colocaba otra rosa.
―mi padre dijo que su
informe forense decía que tenía mucha sustancias en su sistema, murió por sobre
dosis.
Yuya quien había escuchado
lo que había dicho Izumi Keiko solo apretó los puños
―yo no creo que haya hecho
eso.
―Nadie lo cree Takaki,
pero así murió.
Dijo entre dientes Adari
mientras luchaba por no llorar.
―es hora de irnos.
Anuncio Yuma mientras
miraba a todos desde lejos; algunos comenzaron a avanzar dejando a Yuya solo,
pero Yuma se regreso y le toco el hombro.
―¿estarás bien solo?
―si… no hare nada estúpido
esta vez.
―de acuerdo.
Le dio varias palmadas en
el hombro y luego se fue dejando completamente solo al chico.
No podía creerse aun que
su mundo había sido apagado por completo, escucho unos leves tacones que se
aproximaban hasta donde él estaba pero prefirió no prestarle atención.
―lamento tú perdida…Yuyan
La recién llegada se
agacho abrazando al chico que solo comenzaba a llorar nuevamente.
―en verdad… se fue?
―si Yu-chan… se ha ido…
Yuya miro a la chica, no
podía creerse que ella estuviera allí.
―Harami…
Pronuncio Yuya mientras se
hundía en el pecho de la chica para seguir llorando.
―No se preocupen, Hara y
yo llevaremos a Yuya a su casa.
Dijo amablemente la chica
mientras despedía a los amigos del chico.
―te lo agradecería
Nadeshiko.
La chica le sonrió a
medias y se encamino a donde estaba Yuya y su amiga.
*Miércoles 14 de Diciembre del 2016*
Las clases habían terminado, la tarde
para todos fue entre gritos de alegría y risas de alivio.
―¿alguien ira al festival
de Kyoto?
Pregunto Shori caminando
despreocupadamente para atrás mientras sus amigos caminaban hacia él.
―no, yo me quedare aquí en
Tokio.
Dijo Ary mientras le
tomaba el brazo a Raiya
―yo…. Ire a ver a… un
amigo
Dijo Dany mientras
intentaba ocultar su sonrojo.
―yo voy a Chiba, cosas de
familia, oh! Y claro que Sou va conmigo.
Sou rodo los ojos ante el
comentario de su amigo y Jefe.
―y tu suna.. Akari?
Ambas se miraron y se
encogieron de hombros.
―tengo que estudiar o no
pasare literatura.
Todos la miraron con
incredulidad.
―eres la que mejor va, y….
¿vas mal?
―¿Qué? Todos tenemos
tiempos difíciles
Todos la miraron con
desaprobación
―yo estaré con Keito,
quiere que “formalicemos” la relación.
Hizo comillas con los
dedos rodando los ojos, a veces Keito podía ser un poco desesperante.
Todo indicaba que ese sería
el peor invierno de año, pero nada podría quitar el frio que en ese momento
comenzaba a sentir el chico mientras veía marcharse a sus compañeros de clase,
entre risas y bromas.
―¿algún problema Yama-chan?
Pregunto alegre Yuri
mientras le entregaba los instrumentos de limpieza a su amigo.
―no… todo bien… creo que…
esta noche lloverá.
Hizo una mueca mientras
comenzaba a limpiar el escritorio del profesor.
―hmnn.. Tal vez.
CONTINUARA….
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