Daiki miraba el monitor de
su computadora; la imagen de Kira sonriente mientras él la abrazaba desde atrás
y tomaba la foto, tampoco podía quitarse la conversación con su padre poco
ortodoxo sobre el matrimonio.
*FLASHBACK*
―te guste
o no, ese compromiso va.
El señor Arioka se había sorprendido cuando Daiki se negaba a
tener algo que ver con Kira pues ellos ya no seguían juntos, y a pesar de su
asombro, le amenazo sin dudar.
―pero ya ni nos llevamos bien, estoy haciendo todo lo que me pides
para entrar a la empresa lo antes posible— replico Daiki pero su padre volvió a
mirar sus papeles echando un suspiro de exasperación.
―teniendo en cuenta lo que me dijo tu hermano Daigo… deberás hacer
que esa chica no salga corriendo de la iglesia o me veré forzado a hacerlos
firmar solo papeles. Necesitamos esa unión con los Takahashi.
Daiki no parecía muy feliz, pero se mantuvo firme durante el
tiempo que su padre lo dejaba allí, hasta que le pidió que se retirara.
Daiki tenía que organizar con el DJ que llevaría su fiesta esa
noche, y en su mano tenía la invitación de Kira. La miro un momento más antes
de llegar a dejarla en el asiento de su auto y conducir hasta la casa de la
abuela de Kira, sabía que ella ahora estaría allí.
―que tú
qué?
Le dijo
Kira asombrada y mirando el sobre que Daiki le extendía. Este a regañadientes
volvió a decirlo.
―quiero
que vengas a la fiesta de mi cumpleaños… no será tan privada, pero puedes
invitar a alguien.
―Niisan—
Digo!, DaigoNisan Ira?
Daiki
pareció más irritado aun
―no.
Respondió
seco a lo que Kira suspiro notando que Daiki parecía un perro a punto de
atacarla y eso le parecía divertido.
―yo lo
convenzo.
Arrancándole
la invitación de las manos salió corriendo escaleras arriba mientras el
mayordomo de la casa miraba como Daiki maldecía por lo bajo y se iba sin más
dando un gran portazo.
*FIN DEL FLASH*
Siguió mirando el monitor un rato más y las
imágenes cambiaban, pero todas con Kira, hasta que lo llamo Hikaru.
―tienes que ayudarme.
Fue el inicio de su
conversación, ya del resto se puso a hablar de Keiko, Daiki lo maldijo en
silencio, todos ellos enamorados y él, él pensando que Kira debería estar
acostándose con su hermano mayor.
Luego de un rato de charla y calmar a Hikaru,
su hermano mayor entro.
―Daiki, sé que debí darte tu regalo esta
mañana.
El mayor le extendió una caja no muy grande y
Daiki lo miro extrañado.
―Oniisama… no sé qué decir. Gracias?
Cuando abrió la caja miro que solo era un
reloj de bolsillo, al abrirlo en la tapa tenía solo una frase.
“20 segundos de valor”
Daiki miro confuso a su hermano y este le dio
palmaditas en la espalda.
―cuando tengas el valor de
decirle a la mujer que amas lo que sientes, tienes que dárselo a la siguiente
generación. Eso dijo el abuelo cuando me lo dio, se saltó a papá ya que sabía
que no haría las cosas igual.
Daiki aún más confuso, miro el reloj.
―pero, y tú?.. y Niichan?
El mayor rio apoyándose en la mesa del
escritorio.
―Yo ya lo hice hace unos días… me caso en dos
meses con Morita Nana.
Daiki miro con asombro a su hermano.
―fe-felicidades!
―gracias~
Sonrió avergonzado aflojándose la corbata.
―pero… DaigoNichan..?
―Daigo también lo hizo, con una amiga de la
universidad
―QUE!? Pe-pero.. El no salía con…
Daiki se cayó de súbito mirando el reloj, el
mayor echo un suspiro.
―el no salió nunca con Kira, solo querían
darte celos~ y veo que Daigo lo consiguió.
―Kira… ella sabe eso?
El mayor asintió con inocencia fingida y le
dio una palmadita en el hombro antes de irse.
Yuri miraba de vez en cuando
a Susy en el aula mientras el profesor seguía hablando mirando su libro.
Esta ya se había percatado
de la mirada insistente de Yuri, cuando lo miro este le sonrió mostrando sus
dientes, cosa que la hizo sonrojarse.
Kento se inclinó hacia
delante y le olisqueo el cabello a su novia la cual se le erizo la piel
enseguida y se giró para mirar a Kento que se había echado para atrás enseguida
y parecía estar tranquilo, volvió a hacerlo entregándole una nota con la frase “me gusta tu olor por la
mañana” , Janet guardo el papel y Kento solo miro a su libro de nuevo.
Yuto negó varias veces
mirando como Kento y Janet hacían de las suyas en mitad de clases, él quería
hacer lo mismo con su novia, pero esta es un año menor.
Miki por su parte se había
levantado cuando el profesor le pidió que recitara una parte de la novela que
estaban leyendo, luego de volver a sentarse hecho un suspiro. Necesitaba al
menos hablar con alguien, tenía sus dudas con respecto a un solo tema. Inoo y
la Universidad de arquitectura; cosa que no esperaba del mayor, esperaba que se
dedicara a la música, pero contradijo a sus padres con ingresar en el
extranjero y se contradijo a sí mismo en la música. Comenzar a pensar como
adulta le estaba ayudando un poco, eso la hizo sonreír ocultándose detrás de su
libro.
Yamada que estaba delante de
ella bufo, no para molestarla sino para sí mismo, las heridas internas seguían, casi ni podía
concentrarse en clase, por eso Miki se había levantado a recitar algo que él no
había prestado atención, Marianna a la distancia sabía que lo miraba con
compasión, por eso había bufado, ya sabía lo que sentía Chinen el año pasado,
pero él estaba devastado.
―no te culpes tanto, al menos tu no mataste a nadie, ella sola se
sacrificó por ti y por marianna y por media escuela a la cual su hermano le
hizo daño.
Recordaba lo que Chinen le
había dicho en el hospital, había sonado tan frio que dudaba que tuviera bondad
en su corazón, pero sabía que la tenía, por la forma en que se esforzaba por
ser feliz con Torres, pero él tenía que sacrificarse por sí solo y salvarse de
algo que sus amigos desconocían, su otro yo.
*RECESO*
Marianna quería hablar con
Ryosuke, pero este había desaparecido rápido, lastimada suspiro y cuando se dio
cuenta estaba frente a la enfermería, se había quedado inmóvil, hasta que
alguien abrió la puerta, esperaba que no la recordara, pero Taisuke abrió en
gran manera los ojos al verla, esta abrazo a Taisuke empujándolo hacia adentro
y comenzando a llorar con libertad.
―¿Por qué… porque?
Pregunto una y otra vez,
pero Taisuke comprendió enseguida su pregunta, y la abrazo de vuelta
acariciándole el cabello.
―ya… el solo quiere pasar su
duelo solo, no es fácil ver a alguien morir frente nuestro.
Murmuro pausado y calmado
mientras cerraba la puerta.
La ayudo a sentarse en una camilla y él en el
taburete frente a ella. Acariciándole las manos.
―¿estas mejor?
Marianna aspiro hondo y
Taisuke se levando y busco un vaso con agua y una caja de pañuelos.
―intentamos ayudarle… pero…
―no conozco del todo a estos
chicos… pero sé que es difícil afrontar cosas como la partida repentina de
alguien.
―pero no es—
―Rubio-san, sería mejor que
le dieras espacio, el ya querrá hablarle a alguien.
Le dio palmaditas en las
rodillas, Marianna se ruborizo un poco y Taisuke se dio cuenta de su error,
quitando las manos enseguida.
―mejor ve a pasar tu
descanso con tus amigas.
Marianna asintió y se fue
casi rápido, Taisuke voto el aire que tenía contenido desde que había llegado
Marianna, no le había gustado verla llorar y menos por alguien como Yamada
Ryosuke, no la merecía, pero él tampoco y menos siendo 7 años mayor que ella.
Fuma coloco cada mano de
cada lado de Zumiko, esta pego la frente del cristal riendo.
―no es gracioso Zumi-chan~
Zumiko se giró y miro de
frente a Fuma que tenía el cabello y cara blanca. Le había caído una bomba de
talco en la cara cuando abrió su locker. Y ella le había tomado una foto.
―ya te he dicho que no fui
yo!
Fuma movió la cabeza para
que le cayera a ella también y esta le puso las manos en el pecho.
―Fu-chan! Basta!
―admite que fuiste tú!
Le dio un beso en la mejilla
y esta se estremeció, miro a todos lados cuando él se apartó y la miraba con un
extraño brillo que ella reconoció de inmediato.
―Fu-chan…
Murmuro él se apartó de ella
sacudiendo la cabeza y limpiándose la cara.
―mejor voy a cambiarme.
Se fue sin decir nada, y
Zumiko se quedó allí sin saber qué hacer.
―eh? Zumiko-chan? Que te
paso?
Le pregunto Aimi acercándose
y mirándola.
―no… no es nada..
―pero tienes de blanco toda
la ropa, vamos, debes cambiarte antes de la siguiente clase, una reina no puede
mostrarse así.
Aimi la llevo guiada hasta
los vestidores y Zumiko se cambió rápido.
Kira le estaba contando a
Miki sobre la invitación mientras ella sostenía la invitación incrédula.
―pero… no será todavía por
su compromiso?
―supongo que sí, no se veía
contento al entregármela y… menos cuando le dije que invitaría a su hermano
Daigo.
Miki abrió los ojos en gran
manera y Kira se echó a reír
―Daiki también me miro así,
pero parecía un perro tierno a punto de matarme.
Kira volvió a reír y solo
vio como Marianna se quedaba sentada a su lado y Miki también la miro
extrañada.
―que te paso? Ryosuke de
nuevo?
Marianna asintió.
―bueno… no tanto así… solo…
quiero ayudarle.
Kira que había dejado de
reír la abrazo por los hombros y Miki de igual manera.
―ya, ya; Ryosuke en algún
momento necesitara hablar contigo.
Kira le dio palmaditas en la
cabeza y un beso en la mejilla.
―mejor cambia ese ánimo,
vamos a la fiesta de Arioka Daiki más tarde, te prestare un vestido hermoso!!
Aimi dejo sola a Zumiko ya
que parecía estar en otro planeta, mientras miraba su celular y la brisa poco
refrescante se hacía presente alguien la tomo de la cintura besándole el
cuello.
―iiya!!
Lo empujo por instinto.
―Sato-kun!
―Iguchi-senpai~
Le hizo puchero Shori
mientras se colocaba frente a ella.
―no hagas eso por favor.
Shori negó.
―eso no decías la noche
pasada.
Aimi quiso golpearlo, pero
este retrocedió.
―eso no volverá a repetirse.
Pero Shori miro a todas
direcciones y luego la cargo como un saco de papas metiéndola debajo de las
escaleras, sin siquiera pedirle permiso le abrió las piernas dejándolas a cada
lado de su cintura, Aimi tuvo que sostenerse del cuello de Shori, avergonzada.
―déjame ir!
Musito para que las personas
que bajaban no se dieran cuenta de ellos.
―si no quieres pasar
vergüenza Senpai, solo dime que sí.
Shori la tomo de las nalgas
dejando su intimidad chocando contra la suya.
―no tienes derecho Sato!
Regaño avergonzada, pero
este la beso en el cuello y ascendió hasta el lóbulo de la oreja.
―sé que eres virgen Aimi,
pero te voy a demostrar que no soy un niñato, para que me tomes en serio.
Aimi agitada, quiso desear
gritar cuando lo sintió mover las caderas, y su ropa interior mojarse.
―s-si— tuvo que decir para
que este dejara de moverse. ―sí, saldré contigo, solo… para― se sentía violada,
Shori fue sentándose con ella, Aimi había notado lo duro que se había puesto el
miembro y lo mojada de sus bragas y short.
―per…perdón…
Se sentaron en el suelo,
pero ella había quedado encima.
―ya… ya que… eres un idiota…
―las flores no habían
servido… y más cuando pensaste que eran de Arioka-senpai.
Aimi comenzó a recordar,
habían dejado flores en su locker en su
escritorio y ella había pensado que había sido algún senpai, pero cuando
dejaron de llegar no sabía cómo actuar.
―fui una tonta… pero tampoco
debiste llegar a estos extremos.
Murmuro dándole leves golpes
―estaba desesperado
Confeso apenado abrazándola
y volviendo a unirla con él, se sentía incomoda, intento moverse pero Shori
había respirado profundo, y fue cuando cayó en cuenta lo que pasaba, Shori
seguía excitado.
―lo siento
Se rio por lo bajo y él le
mordió el cuello.
―solo levántate senpai.
Aimi le obedeció y noto el
gran bulto que el intento ocultar.
―yo… estaré bien.
Aimi asintió y se fue a paso
apresurado, sabía que podía arrepentirse.
Karina miraba a Kota sentado
frente suyo, con un aspecto diferente de lo normal, el chico había estado
trabajando todo el día en la oficina como asistente, apenas lo veía ya que ella
tenía que estudiar y Kota igual, pero este no se había quejado ni una vez.
―Kou-chan…¿estás bien?
El tono preocupado lo hizo
suspirar
―no del todo Karina… estoy
muy agotado
Ella le tomo la mano
apresuradamente, y bajo la mirada.
―esto es mi culpa, debí
convencerte de que no hicieras una locura como esa.
Karina casi se echa a llorar
pero Kota se sentó a su lado tan rápido, abrazándola por los hombros.
―no te eches la culpa…
además, pronto nos reiremos de todo esto, ne?
La apretó contra él con
fuerza y le beso la frente con cariño.
―ahora comamos para poder
regresar a la universidad.
Karina asintió y miro como
su novio sonreía como si nada hubiera pasado, le amaba, pero no sabía cómo
ayudarle.
Volvieron a la universidad,
pero esta vez fue Kota quien se la llevó hasta un lugar más oculto y la beso
como si se le fuera la vida en ello.
―y eso?
Consternada le miraba a los
ojos y Kota solo sonrió.
―te amo Karina, no quiero
que jamás olvides eso.
Le acaricio la mejilla
despacio y volvió a besarla.
―te amo Kou… pero me
preocupa tu salud..
―estaré bien, solo que le
diré a Daiki que no iré a su fiesta, así podremos pasar la noche durmiendo
bien.
Aquel hombre los miraba a lo
lejos sin expresión alguna, tomando una foto se retiró de la universidad
enviando la imagen por e-mail.
**noche del 15 de abril del año 2016*
Keiko no podía creer lo que
veían sus ojos, Hikaru estaba muy bien vestido y muchas chicas lo rodeaban casi
asfixiándolo, este al verla salió de la marea de mujeres que miraban indignadas
a la jovencita por la que Hikaru casi les pasa por encima, para colmo Hikaru casi
besa el piso por donde pasaba, Keiko tenía un vestido elegante y descotado
color verde fuerte pegado al cuerpo y su cabello recogido.
―estas hermosa.
Dijo casi sin aliento, pero
noto el enojo cuando fruncía los labios para darle las gracias.
―ellas… solo son chicas con
las que estuve… casi muero de tantos olores de perfumes caros.
Keiko rio a pesar de que no
le parecía nada gracioso verlo con tantas chicas.
―entonces el mío no te
gusta.
Hizo un puchero pero Hikaru
comenzó a negar rápidamente y le respondió al oído.
―el tuyo es excitante.
La tomo de la cintura
posesivamente besándola frente a los invitados y a las cámaras que ya tenían de
que hablar.
Daiki esperaba adentro y
noto como su hermano, Daigo llegaba tomado de la mano de una chica bajita y
demasiado bonita de cara, al encontrarse sus miradas Daigo se la presento, pero
él presto menos atención cuando vio a Marianna tomada de la mano de Kira, ella
tan bajita con el cabello pintado de castaño claro casi natural si no fuera
porque tenía fotos de ella con el cabello en negro, pero la diferencia era
aquel vestido corto mostrando cierta inocencia y autoridad con el cabello el un
elegante moño, contuvo el aliento durante unos segundos que le parecieron
eternos.
Aimi se le acerco tomada de
la mano de Shori.
―si te quedas como estatua
los periodistas dirán que te dio un severo ataque de ser una estatua el día de
tu cumpleaños.
Daiki reacciono y camino
empujando a varios invitados, pero en eso lo detuvo su propio hermano Daigo.
―!¿Qué?!
Grito exasperado mirando
como Marianna y Kira en otra dirección se iban alejando.
―vaya… pero si es la misma
cara de idiota enamorado de siempre pones con Kira,
Bromeo el mayor y le dio
palmaditas donde estaba el reloj que su otro hermano mayor le había dado.
―úsalo sabiamente!
Y Daiki se alejó rápido
corriendo entre el mar de gente buscando a Kira hasta que la vio sola mirando a
los lados, se le acerco sigilosamente desde atrás y tomándola de los hombros le
hablo al oído.
―gracias por venir
La chica bajita dio un
respingo y rápido se giró mirando a Daiki un poco más alto que ella y demasiado
formal.
Fue entonces que su padre se
subió a la tarima y comenzó a dar un pequeño discurso elogiando a su hijo y los
más mayores también, haciendo el comentario que Daiki no le había podido hacer
a Kira el día que le entrego la invitación.
―Kira, será mejor que nos
vayamos.
Pero cuando estaban a punto
de huir una luz los dejo a ambos al descubierto y las palabras filosas del
señor Arioka se dejaron escuchar en todo el salón.
―mi hijo que hoy, se
compromete en matrimonio con Takahashi Kira.
Daiki por instinto cerró los
ojos y Kira abrumada miro a Daiki y luego al hombre en la tarima que parecía
orgulloso de verlos a ambos, pero la expresión cambio cuando Kira comenzó a
fruncir el ceño.
―para esto… para esto me invitaste? ¿Comprometernos?
Daiki no fue capaz de responder sabía que
igual ella se marcharía echa furia, y así lo hizo, Kira bruscamente se soltó
del agarre de Daiki y corrió hasta la salida, Daiki miro a Kira y luego a su
padre.
Daiki miro alrededor y la mayoría de sus
amigos no podían creerse lo que hizo el más bajito de sus amigos.
Kira se había ido en el primer taxi que
encontró, para cuando Marianna y Miki la habían ido a buscar ya no estaba.
―eso fue… tan cruel.
Renegó Miki mientras Kei se quitaba su saco y
le cubría los hombros.
―vas a resfriarte, y tú también Rubio-san.
Las chicas entraron de nuevo
al lugar y todo eran murmullos hasta que el DJ coloco música movida y la
mayoría fueron a bailar, Keiko hablo con Miki y Hikaru con Kei que se lo llevo
aparte.
―por la cara de Daiki, él tampoco quería este
compromiso y menos sabiendo que Kira esta dolida.
Hablo tranquilamente Hikaru mientras miraba a
su chica hablar con el resto de las reinas.
―eso escuche de Miki, Takahashi-san aún está
pensando que Daiki es el mismo.
Comento Kei no muy contento.
―por lo que escuche detrás de la puerta…el
señor Arioka y el señor Takahashi tenían un acuerdo.
Dijo Yuma acabando de llegar y Adari detrás
de él.
―y donde se supone que esta Takagi y Yabu?
―Yabu está en casa, la ha tenido difícil
siendo uno más del montón.
Le respondió Kei
―y Yuya está el Fukuoka, dice que quiere
alejarse de todo lo que le recuerde a Arukawa-san.
―debiste esperar a que yo hablara con ella, ¡no
anunciarlo a la prensa!, además de que eso lo tenía que hacer yo!
―no me hables en ese tono Daiki!
El señor Arioka coloco el vaso con fuerza
sobre la mesa, el pequeño salón quedo en silencio.
―padre, ¡por Dios!, debiste esperar un poco y
que Daiki lo hiciera a su manera.
De la manera más calmada que Daiki desconocía
de su hermano Daigo y más para defenderlo le había sorprendido.
―si tanto necesitas esa unión, dale tiempo,
son muchachos y Kira-san ni siquiera ha terminado su preparatoria.
―estoy de acuerdo con Daigo, padre, deja de
hacer las cosas a tu ritmo.
Takahiro el hermano más mayor y con una de
las empresas de tecnología a su total mando había llegado salvando a Daiki.
―¿Qué les pasa a ustedes tres? Hablan igual
a—
―si padre, al abuelo
Respondió Takahiro en tono formal, mientras
su padre lo miraba de manera altiva.
―Conozco a Kira-san, si ella quiere, romperá
el compromiso y se ira a vivir con su familia materna en Kyoto, creo que eso no
te conviene, Daiki fue su novio la conoce lo suficiente como para saber qué es
lo mejor y en qué momento hacerlo.
Daiki miro sorprendido a Daigo que parecía no
afectarle absolutamente nada, él también quería ser igual a ellos.
El señor Arioka abandono la sala
advirtiéndoles que era mejor que Kira no rompiera el compromiso.
―su empresa primordial está cayendo, por eso
necesita a los Takahashi.
Dijo Takahiro sentándose donde antes está de
pie su padre.
―ustedes… ustedes…
Daiki estaba por llorar pero Daigo lo abrazo
―ya~ ya~ para algo están los hermanos
mayores.
Daigo miro a Takahiro y este le levanto el
pulgar en aprobación.
**una semana después**
Clase 3-B
Luego de ese desastre la
noche del cumpleaños del Ex Rey Arioka Daiki las actividades de los clubes en Horikoshi
Gakuen II comenzaron de lleno, Kira no quería ni hablar con respecto a lo que
había pasado esa noche cuando llego a la casa de su abuela y su padre la había
amenazado con que debía casarse con Daiki y la confesión de su hermana mayor,
Minami, con respecto a que ella también se había visto envuelta en un
compromiso con el hijo mayor de la familia Arioka, Takahiro Arioka, pero no fue
hasta que se enamoró de Daiki y las cosas cambiaron para peor.
A Keiko le cayó un papel
sobre el cuaderno en mitad de clases y al abrirlo miro desconcertada a Zumiko,
pero esta ni la miraba, solo estaba pendiente de la clase.
Keito escribía con furia
sobre el papel, Aimi que lo estaba observando ya que eran vecinos le comenzó a
picar con el lápiz, hasta que Keito volteo a verla.
―te pasa algo?
Susurro mientras Sayumi-
sensei seguía explicando animadamente matemáticas.
―no me pasa nada!
Le dijo molesto y Aimi miro
la libreta con expresión de obviedad.
―bueno, tal vez si me pasa
algo, pero no es importante.
Susurro haciendo reír a
Aimi.
―me encantaría que ambos
explicaran la clase, Okamoto-kun, Iguchi-san.
Sayumi-sensei se había
llegado hasta donde ellos estaban y ambos la miraron un poco asustados, cuando
la sensei se enojaba parecía que ardería trolla.
―eeemmm…Iguchi-san me estaba
distrayendo.
―tú me distraías a mí
destruyendo tu libreta.
―solo escribía!
―si la moda de escribir es
enterrar el lápiz como si estuvieras matando a alguien, pues OH! Señor Riidaa,
enséñeme!
El sarcasmo se le salía por
los poros junto a la ira que recién salía y Keito se levantó molesto al igual
que ella, pero Sayumi Sensei tomo la libreta de Keito y miro que las formulas
estaban casi traspasando 5 hojas.
―Okamoto-kun e Iguchi-san,
espérenme afuera.
Ambos aspiraron hondo y Aimi
fue la primera en salir, detrás de ella iba Keito.
Kira movió la cabeza en
desaprobación, pero ambos ya estaban afuera y Aimi le quedo mirando recargada
del ventanal con los brazos cruzados.
―Keito, ahora si me dirás
que pasa?
Keito la miro con los ojos
entrecerrados.
―de que quieres hablar,
Iguchi-san?
―tengo que soportar a un
loco frustrado de compañero durante todo un año, será mejor que me digas como
te ayudo.
Aimi se colocó firme y dio
un paso al frente, en tanto Keito miro a ambos lados del pasillo.
―es Akari
Y antes de formular otra
palabra Sayumi sensei apareció y ambos caminaron hasta llegar a un salón a las
afueras del edificio.
―ya que quieren seguir
charlando, no hay mejor manera que esta.
Les entrego a ambos una
escoba.
―para que no digan que en
las mejores familias no se hace algo.
Y con ese comentario se fue.
―no sé cómo Yuya pudo
gustarle esa mujer.
Keito la miro con terror,
Sayumi sensei se había ido con una gran sonrisa en el rostro, Aimi rio por el
comentario.
―eso de Takaki-senpai… me
recuerda que él estuvo saliendo con Harami-san.
―La conociste?
―unas cuantas palabras y ya.
Aimi le restó importancia encogiéndose
de hombros.
*RECESO*
Keiko subió las escaleras
hasta la azotea, la brisa fría aun insistía en plantarle cara, miro la cicatriz
de su mano, recordando el rostro de su mejor amiga.
―esto es una locura.
Pero cuando intento de volverse una voz la detuvo.
―no es una locura cuando
deberíamos hablar al respecto, Keiko.
La sangre se le congelo al
oírla hablar tan fría.
―Zu-Zumiko…
La otra chica la miraba
desde lejos sin expresión alguna.
―se… por Kikuchi, que Hikaru
se enamoró de ti.
Keiko por dentro bufo
ironica, eso ella ya se lo había explicado, todos se lo habían dicho, pero está
fuera de sí, y ahora temía por lo que le pasara.
―Zumiko… no tenemos que
hablar de esto.
―me tienes miedo Keiko?,
estas tan pálida como Inoue-san
Keiko intento actuar con
valentía, pero estaban solas, Kikuchi no tenía ni idea de las cosas que Zumiko
había hecho.
―es solo… hace frio aquí.
Zumiko arrugo el ceño y se
sentó en una silla que al parecer ella misma había traído.
―no hace tanto frio, Keiko,
te llame para hablar sobre lo inevitable, Yaotome Hikaru.
Kikuchi estaba mirando el
reloj en la entrada de Horikoshi, hasta que el auto de Hikaru llego.
―un minuto más y me regreso
a dentro.
―elemental mi querido primo,
no soportas esperar.
Fuma puso los ojos en blanco
y luego miro a Hikaru que parecía haber palidecido.
―qué te pasa?
Fuma le siguió la mirada y
el comprendió el miedo de su primo que ya se encontraba corriendo por todo el
estacionamiento en dirección al techo donde estaban Zumiko y Keiko.
Janet estaba tomando el té
mientras escuchaba el sonido de los dedos de Susy teclear con gran velocidad.
―supongamos… que algo malo
tendría que ocurrir, como un accidente de escaleras por bullying ¿Cómo debemos
actuar en ese caso?
Formulo Janet mientras Miki
seguía leyendo el libro de normas de Horikoshi, Susy se distrajo y comenzó a
analizar su respuesta mientras jugueteaba con su collar entre los dedos,
Marianna y Aimi miraban su café.
―supongo que ya queda a
parte lo de llamar la ambulancia y prestar los primeros auxilios…
Dijo Aimi sin dejar de mirar
el humo que salía de la taza.
―investigar su ficha en el
archivo, hablar con sus compañeros de clase hasta encontrar al bullying.
Enumero Marianna habiendo
dejado la taza de café en la mesa de centro.
―bien. Y el castigo?
Janet las miro y Aimi echo
un suspiro.
―supongo que si esto saliera
de nuestras manos los profesores se harían cargo.
Janet asintió a la respuesta
de Aimi y esta tomo un sorbo de su café.
―se podría… no sé… hacerse
cargo de los gastos médicos de la persona lesionada.
Kira bufo cuando Susy había
dicho aquello.
―una reina luego de
investigar la ficha o hoja de vida de la persona, se dispone a hablar con ella
sobre dos opciones: una; si es mujer tendría que aparte de pagar los gastos
médicos una fuerte suma de dinero por las molestias que han causado no nada más
a la persona lesionada sino también al resto que a echo daño y ese dinero se va
al fondo de la escuela. Dos; si es hombre cambia un poco la circunstancia, nos
volvemos casi la sombra de él hasta descubrirle el ultimo secreto de su vida y
luego de una paliza si se opone a nuestras ordenes, ya que una reina no pide
favores.
―Kira, eso ha sido… una
buena explicación.
Susy, Marianna y Aimi la
miraron sorprendidas.
―en serio eso significa ser
Reinas?
―Sip, eso significa cargar
con la armonía de Horikoshi sobre nuestros hombros.
Dijo Miki cerrando el libro.
―se supone que esto nunca
pasa… o sí?
―supones mal Marianna… la
escuela tiene una reputación intachable, pero al tener becados unos de los que
tienen clase alta aprovechan y humillan a los becados, pasa muy a menudo, por
eso nos eligen como Reinas, tenemos el deber de proteger a las chicas de
abusones.
Explico Miki colocándose de
pie frente a todas y Susy, Marianna y Aimi miraron sorprendidas.
―y… cuantas becadas hay?
Pregunto Marianna
―alrededor de unas 200.
Dijo Susy que ya se había
releído los expedientes.
―entre ellas las princesas;
Ponte-san, Azuma-san, Shiyoaki-san y Koyama-san
Dijo Kira comiendo una
galleta.
―entonces…nuestro deber es
mantener la reputación de la escuela?
―tendremos problemas con las
otras escuelas si se enteran de lo que pasa aquí adentro o si esto llega a
oídos Kitagawa-sama, lo que pase aquí, es nuestra responsabilidad.
El tono amenazante de Janet
las hizo tragar con dificultad.
―y… donde esta Zumiko y
Keiko?
Pregunto Kira y todas se
miraron en silencio.
En la cancha de Basquet
estaba Yuto, Kento y Yuri jugando.
―supongo… que las chicas
están poniendo al tanto a las nuevas.
Dijo Yuto mientras le
lanzaba directo al pecho el balón a Yuri.
―sí, pero ya a Fuma-kun le
dijo Hikaru todo no?
Yuri reboto varias veces el
balón antes de lanzarlo y encestar.
―lo preocupante es... donde
se metió Keito y Ryosuke?
Kento se rio ante la
pregunta de su hermano.
―Keito dijo que hablaría con
el entrenador Goseki-sensei.
Yuto fue tas el balón.
―Yama-chan debe andar por
allí… lamentándose.
Los tres se quedaron quietos
y suspiraron.
―Yuto… a ti te preocupa algo
sobre lo que paso?
Yuto frunció el ceño y lanzo
el balón a donde estaba Kento.
―supongo que… a cualquiera
le afecta ver morir a alguien entre tus manos.
Yuto miro a Yuri quien
asintió de forma seria.
Aunque no lo parecía, los
golpes parecían perfectos, pero él no lo sentía así, el palo seria lleno de
cortes, pero Ryosuke seguían, hasta que grito y soltó su espada, dejándose caer
de rodillas, frustrado.
―no… no puedo hacerlo…
Sollozo.
―claro que no puedes… si no
te quitas esas ganas de acabar contigo mismo Yamada-kun.
El profesor estaba detrás de
él observándolo sin expresión alguna.
―Tsubasa-sensei.
Ryosuke se levantó y limpio
sus lágrimas con la manga de su kimono.
―recoge esa espada,
tendremos que comenzar desde el inicio.
Ryosuke asintió.
―entonces, ¿lo dices en serio?
Keiko estaba asombrada.
―sí, no es como si
volveremos a ser amigas, pero, hablar contigo me ha hecho bien, y te debía una
disculpa, por… lastimarte y un gracias, por no poner cargos.
Keiko asintió y en eso la
puerta se abrió de golpe y Hikaru estaba jadeando, ambas chicas lo miraron
asombradas.
―Zumiko, no hagas ninguna
locura!
Grito horrorizado Hikaru
ocultando a Keiko detrás de él, Zumiko se rio.
―déjate de idioteces
Yaotome!, solo estábamos hablando.
―eh?
Zumiko miro con molestia a
Hikaru y se fue de allí. Keiko se echó a reír luego de que Zumiko se hubiera
ido.
―¿que… que fue todo eso?
Hikaru asombrado miro a
Keiko de pies a cabeza.
―supongo que dos Reinas
hablando.
Keiko le abrazo sin
pensárselo mucho y lo beso.
―Hika-chan, hace frio.
Le hizo puchero y Hikaru la
abrazo con más fuerzas.
―no sé qué paso, pero me
alegro de que estés bien.
Keiko miro su mano con la
cicatriz y echo un suspiro, perdió a su amiga, pero al menos podía hablarle con
normalidad.
Zumiko bajo las escaleras lo
más rápido que podía y no le importó que Kikuchi le pasara por el lado, pero
este la tomo de la mano.
―paso algo?
Zumiko se detuvo por fuerte
jalón y negó.
―solo… le pedí disculpas.
Fuma bajo los escalones
hasta que la tuvo de frente.
―ya estas más tranquila?
Zumiko asintió y tomándolo
de la cintura lo abrazo.
―solo que no esperaba que
apareciera Hikaru a salvarla de nuevo.
Sollozo en el pecho ajeno
llenando de lágrimas la corbata y camisa ajena, Fuma la abrazo con fuerza
besándole el cabello.
―pero me tienes aquí… para
salvarte, Zumiko.
La chica siguió llorando
mientras el mayor seguía abrazándola y acariciándole el cabello.
CONTINUARA
Comentarios
Pobre Hikaru, lo asustado que estaría al ver a esas dos juntas X'D
Pobrecito mi Keito ;__; espero que vuelva con Akari pronto :P