Horikoshi Gakuen II segunda temporada [Capitulo 2]

Daiki miraba el monitor de su computadora; la imagen de Kira sonriente mientras él la abrazaba desde atrás y tomaba la foto, tampoco podía quitarse la conversación con su padre poco ortodoxo sobre el matrimonio.

*FLASHBACK*

―te guste o no, ese compromiso va.
El señor Arioka se había sorprendido cuando Daiki se negaba a tener algo que ver con Kira pues ellos ya no seguían juntos, y a pesar de su asombro, le amenazo sin dudar.
―pero ya ni nos llevamos bien, estoy haciendo todo lo que me pides para entrar a la empresa lo antes posible— replico Daiki pero su padre volvió a mirar sus papeles echando un suspiro de exasperación.
―teniendo en cuenta lo que me dijo tu hermano Daigo… deberás hacer que esa chica no salga corriendo de la iglesia o me veré forzado a hacerlos firmar solo papeles. Necesitamos esa unión con los Takahashi.
Daiki no parecía muy feliz, pero se mantuvo firme durante el tiempo que su padre lo dejaba allí, hasta que le pidió que se retirara.


Daiki tenía que organizar con el DJ que llevaría su fiesta esa noche, y en su mano tenía la invitación de Kira. La miro un momento más antes de llegar a dejarla en el asiento de su auto y conducir hasta la casa de la abuela de Kira, sabía que ella ahora estaría allí.



―que tú qué?
Le dijo Kira asombrada y mirando el sobre que Daiki le extendía. Este a regañadientes volvió a decirlo.
―quiero que vengas a la fiesta de mi cumpleaños… no será tan privada, pero puedes invitar a alguien.
―Niisan— Digo!, DaigoNisan Ira?
Daiki pareció más irritado aun
―no.
Respondió seco a lo que Kira suspiro notando que Daiki parecía un perro a punto de atacarla y eso le parecía divertido.
―yo lo convenzo.
Arrancándole la invitación de las manos salió corriendo escaleras arriba mientras el mayordomo de la casa miraba como Daiki maldecía por lo bajo y se iba sin más dando un gran portazo.

*FIN DEL FLASH*

Siguió mirando el monitor un rato más y las imágenes cambiaban, pero todas con Kira, hasta que lo llamo Hikaru.
―tienes que ayudarme.
Fue el inicio de su conversación, ya del resto se puso a hablar de Keiko, Daiki lo maldijo en silencio, todos ellos enamorados y él, él pensando que Kira debería estar acostándose con su hermano mayor.



Luego de un rato de charla y calmar a Hikaru, su hermano mayor entro.
―Daiki, sé que debí darte tu regalo esta mañana.
El mayor le extendió una caja no muy grande y Daiki lo miro extrañado.
―Oniisama… no sé qué decir. Gracias?
Cuando abrió la caja miro que solo era un reloj de bolsillo, al abrirlo en la tapa tenía solo una frase.
“20 segundos de valor”

Daiki miro confuso a su hermano y este le dio palmaditas en la espalda.
―cuando tengas el valor de decirle a la mujer que amas lo que sientes, tienes que dárselo a la siguiente generación. Eso dijo el abuelo cuando me lo dio, se saltó a papá ya que sabía que no haría las cosas igual.
Daiki aún más confuso, miro el reloj.
―pero, y tú?.. y Niichan?
El mayor rio apoyándose en la mesa del escritorio.
―Yo ya lo hice hace unos días… me caso en dos meses con Morita Nana.
Daiki miro con asombro a su hermano.
―fe-felicidades!
―gracias~
Sonrió avergonzado aflojándose la corbata.
―pero… DaigoNichan..?
―Daigo también lo hizo, con una amiga de la universidad
―QUE!? Pe-pero.. El no salía con…
Daiki se cayó de súbito mirando el reloj, el mayor echo un suspiro.
―el no salió nunca con Kira, solo querían darte celos~ y veo que Daigo lo consiguió.
―Kira… ella sabe eso?
El mayor asintió con inocencia fingida y le dio una palmadita en el hombro antes de irse.





Yuri miraba de vez en cuando a Susy en el aula mientras el profesor seguía hablando mirando su libro.
Esta ya se había percatado de la mirada insistente de Yuri, cuando lo miro este le sonrió mostrando sus dientes, cosa que la hizo sonrojarse.


Kento se inclinó hacia delante y le olisqueo el cabello a su novia la cual se le erizo la piel enseguida y se giró para mirar a Kento que se había echado para atrás enseguida y parecía estar tranquilo, volvió a hacerlo entregándole una  nota con la frase “me gusta tu olor por la mañana” , Janet guardo el papel y Kento solo miro a su libro de nuevo.

Yuto negó varias veces mirando como Kento y Janet hacían de las suyas en mitad de clases, él quería hacer lo mismo con su novia, pero esta es un año menor.


Miki por su parte se había levantado cuando el profesor le pidió que recitara una parte de la novela que estaban leyendo, luego de volver a sentarse hecho un suspiro. Necesitaba al menos hablar con alguien, tenía sus dudas con respecto a un solo tema. Inoo y la Universidad de arquitectura; cosa que no esperaba del mayor, esperaba que se dedicara a la música, pero contradijo a sus padres con ingresar en el extranjero y se contradijo a sí mismo en la música. Comenzar a pensar como adulta le estaba ayudando un poco, eso la hizo sonreír ocultándose detrás de su libro.


Yamada que estaba delante de ella bufo, no para molestarla sino para sí mismo,  las heridas internas seguían, casi ni podía concentrarse en clase, por eso Miki se había levantado a recitar algo que él no había prestado atención, Marianna a la distancia sabía que lo miraba con compasión, por eso había bufado, ya sabía lo que sentía Chinen el año pasado, pero él estaba devastado.

­―no te culpes tanto, al menos tu no mataste a nadie, ella sola se sacrificó por ti y por marianna y por media escuela a la cual su hermano le hizo daño.
Recordaba lo que Chinen le había dicho en el hospital, había sonado tan frio que dudaba que tuviera bondad en su corazón, pero sabía que la tenía, por la forma en que se esforzaba por ser feliz con Torres, pero él tenía que sacrificarse por sí solo y salvarse de algo que sus amigos desconocían, su otro yo.


*RECESO*

Marianna quería hablar con Ryosuke, pero este había desaparecido rápido, lastimada suspiro y cuando se dio cuenta estaba frente a la enfermería, se había quedado inmóvil, hasta que alguien abrió la puerta, esperaba que no la recordara, pero Taisuke abrió en gran manera los ojos al verla, esta abrazo a Taisuke empujándolo hacia adentro y comenzando a llorar con libertad.

―¿Por qué… porque?
Pregunto una y otra vez, pero Taisuke comprendió enseguida su pregunta, y la abrazo de vuelta acariciándole el cabello.
―ya… el solo quiere pasar su duelo solo, no es fácil ver a alguien morir frente nuestro.
Murmuro pausado y calmado mientras cerraba la puerta.
 La ayudo a sentarse en una camilla y él en el taburete frente a ella. Acariciándole las manos.
―¿estas mejor?
Marianna aspiro hondo y Taisuke se levando y busco un vaso con agua y una caja de pañuelos.
―intentamos ayudarle… pero…
―no conozco del todo a estos chicos… pero sé que es difícil afrontar cosas como la partida repentina de alguien.
―pero no es—
―Rubio-san, sería mejor que le dieras espacio, el ya querrá hablarle a alguien.
Le dio palmaditas en las rodillas, Marianna se ruborizo un poco y Taisuke se dio cuenta de su error, quitando las manos enseguida.
―mejor ve a pasar tu descanso con tus amigas.
Marianna asintió y se fue casi rápido, Taisuke voto el aire que tenía contenido desde que había llegado Marianna, no le había gustado verla llorar y menos por alguien como Yamada Ryosuke, no la merecía, pero él tampoco y menos siendo 7 años mayor que ella.


Fuma coloco cada mano de cada lado de Zumiko, esta pego la frente del cristal riendo.
―no es gracioso Zumi-chan~
Zumiko se giró y miro de frente a Fuma que tenía el cabello y cara blanca. Le había caído una bomba de talco en la cara cuando abrió su locker. Y ella le había tomado una foto.
―ya te he dicho que no fui yo!
Fuma movió la cabeza para que le cayera a ella también y esta le puso las manos en el pecho.
―Fu-chan! Basta!
―admite que fuiste tú!
Le dio un beso en la mejilla y esta se estremeció, miro a todos lados cuando él se apartó y la miraba con un extraño brillo que ella reconoció de inmediato.
―Fu-chan…
Murmuro él se apartó de ella sacudiendo la cabeza y limpiándose la cara.
―mejor voy a cambiarme.
Se fue sin decir nada, y Zumiko se quedó allí sin saber qué hacer.
―eh? Zumiko-chan? Que te paso?
Le pregunto Aimi acercándose y mirándola.
―no… no es nada..
―pero tienes de blanco toda la ropa, vamos, debes cambiarte antes de la siguiente clase, una reina no puede mostrarse así.
Aimi la llevo guiada hasta los vestidores y Zumiko se cambió rápido.


Kira le estaba contando a Miki sobre la invitación mientras ella sostenía la invitación incrédula.
―pero… no será todavía por su compromiso?
―supongo que sí, no se veía contento al entregármela y… menos cuando le dije que invitaría a su hermano Daigo.
Miki abrió los ojos en gran manera y Kira se echó a reír
―Daiki también me miro así, pero parecía un perro tierno a punto de matarme.
Kira volvió a reír y solo vio como Marianna se quedaba sentada a su lado y Miki también la miro extrañada.
―que te paso? Ryosuke de nuevo?
Marianna asintió.
―bueno… no tanto así… solo… quiero ayudarle.
Kira que había dejado de reír la abrazo por los hombros y Miki de igual manera.
―ya, ya; Ryosuke en algún momento necesitara hablar contigo.
Kira le dio palmaditas en la cabeza y un beso en la mejilla.
―mejor cambia ese ánimo, vamos a la fiesta de Arioka Daiki más tarde, te prestare un vestido hermoso!!


Aimi dejo sola a Zumiko ya que parecía estar en otro planeta, mientras miraba su celular y la brisa poco refrescante se hacía presente alguien la tomo de la cintura besándole el cuello.
―iiya!!
Lo empujo por instinto.
―Sato-kun!
―Iguchi-senpai~
Le hizo puchero Shori mientras se colocaba frente a ella.
―no hagas eso por favor.
Shori negó.
―eso no decías la noche pasada.
Aimi quiso golpearlo, pero este retrocedió.
―eso no volverá a repetirse.
Pero Shori miro a todas direcciones y luego la cargo como un saco de papas metiéndola debajo de las escaleras, sin siquiera pedirle permiso le abrió las piernas dejándolas a cada lado de su cintura, Aimi tuvo que sostenerse del cuello de Shori, avergonzada.
―déjame ir!
Musito para que las personas que bajaban no se dieran cuenta de ellos.
―si no quieres pasar vergüenza Senpai, solo dime que sí.
Shori la tomo de las nalgas dejando su intimidad chocando contra la suya.
―no tienes derecho Sato!
Regaño avergonzada, pero este la beso en el cuello y ascendió hasta el lóbulo de la oreja.
―sé que eres virgen Aimi, pero te voy a demostrar que no soy un niñato, para que me tomes en serio.
Aimi agitada, quiso desear gritar cuando lo sintió mover las caderas, y su ropa interior mojarse.
―s-si— tuvo que decir para que este dejara de moverse. ―sí, saldré contigo, solo… para― se sentía violada, Shori fue sentándose con ella, Aimi había notado lo duro que se había puesto el miembro y lo mojada de sus bragas y short.
―per…perdón…
Se sentaron en el suelo, pero ella había quedado encima.
―ya… ya que… eres un idiota…
―las flores no habían servido… y más cuando pensaste que eran de Arioka-senpai.
Aimi comenzó a recordar, habían dejado flores  en su locker en su escritorio y ella había pensado que había sido algún senpai, pero cuando dejaron de llegar no sabía cómo actuar.
―fui una tonta… pero tampoco debiste llegar a estos extremos.
Murmuro dándole leves golpes
―estaba desesperado
Confeso apenado abrazándola y volviendo a unirla con él, se sentía incomoda, intento moverse pero Shori había respirado profundo, y fue cuando cayó en cuenta lo que pasaba, Shori seguía excitado.
―lo siento
Se rio por lo bajo y él le mordió el cuello.
―solo levántate senpai.
Aimi le obedeció y noto el gran bulto que el intento ocultar.
―yo… estaré bien.
Aimi asintió y se fue a paso apresurado, sabía que podía arrepentirse.




Karina miraba a Kota sentado frente suyo, con un aspecto diferente de lo normal, el chico había estado trabajando todo el día en la oficina como asistente, apenas lo veía ya que ella tenía que estudiar y Kota igual, pero este no se había quejado ni una vez.

―Kou-chan…¿estás bien?
El tono preocupado lo hizo suspirar
―no del todo Karina… estoy muy agotado
Ella le tomo la mano apresuradamente, y bajo la mirada.
―esto es mi culpa, debí convencerte de que no hicieras una locura como esa.
Karina casi se echa a llorar pero Kota se sentó a su lado tan rápido, abrazándola por los hombros.
―no te eches la culpa… además, pronto nos reiremos de todo esto, ne?
La apretó contra él con fuerza y le beso la frente con cariño.
―ahora comamos para poder regresar a la universidad.
Karina asintió y miro como su novio sonreía como si nada hubiera pasado, le amaba, pero no sabía cómo ayudarle.

Volvieron a la universidad, pero esta vez fue Kota quien se la llevó hasta un lugar más oculto y la beso como si se le fuera la vida en ello.
―y eso?
Consternada le miraba a los ojos y Kota solo sonrió.
―te amo Karina, no quiero que jamás olvides eso.
Le acaricio la mejilla despacio y volvió a besarla.
―te amo Kou… pero me preocupa tu salud..
―estaré bien, solo que le diré a Daiki que no iré a su fiesta, así podremos pasar la noche durmiendo bien.

Aquel hombre los miraba a lo lejos sin expresión alguna, tomando una foto se retiró de la universidad enviando la imagen por e-mail.



**noche del 15 de abril del año 2016*


Keiko no podía creer lo que veían sus ojos, Hikaru estaba muy bien vestido y muchas chicas lo rodeaban casi asfixiándolo, este al verla salió de la marea de mujeres que miraban indignadas a la jovencita por la que Hikaru casi les pasa por encima, para colmo Hikaru casi besa el piso por donde pasaba, Keiko tenía un vestido elegante y descotado color verde fuerte pegado al cuerpo y su cabello recogido.
―estas hermosa.
Dijo casi sin aliento, pero noto el enojo cuando fruncía los labios para darle las gracias.
―ellas… solo son chicas con las que estuve… casi muero de tantos olores de perfumes caros.
Keiko rio a pesar de que no le parecía nada gracioso verlo con tantas chicas.
―entonces el mío no te gusta.
Hizo un puchero pero Hikaru comenzó a negar rápidamente y le respondió al oído.
―el tuyo es excitante.
La tomo de la cintura posesivamente besándola frente a los invitados y a las cámaras que ya tenían de que hablar.


Daiki esperaba adentro y noto como su hermano, Daigo llegaba tomado de la mano de una chica bajita y demasiado bonita de cara, al encontrarse sus miradas Daigo se la presento, pero él presto menos atención cuando vio a Marianna tomada de la mano de Kira, ella tan bajita con el cabello pintado de castaño claro casi natural si no fuera porque tenía fotos de ella con el cabello en negro, pero la diferencia era aquel vestido corto mostrando cierta inocencia y autoridad con el cabello el un elegante moño, contuvo el aliento durante unos segundos que le parecieron eternos.

Aimi se le acerco tomada de la mano de Shori.
―si te quedas como estatua los periodistas dirán que te dio un severo ataque de ser una estatua el día de tu cumpleaños.
Daiki reacciono y camino empujando a varios invitados, pero en eso lo detuvo su propio hermano Daigo.
―!¿Qué?!
Grito exasperado mirando como Marianna y Kira en otra dirección se iban alejando.
―vaya… pero si es la misma cara de idiota enamorado de siempre pones con Kira,
Bromeo el mayor y le dio palmaditas donde estaba el reloj que su otro hermano mayor le había dado.
―úsalo sabiamente!
Y Daiki se alejó rápido corriendo entre el mar de gente buscando a Kira hasta que la vio sola mirando a los lados, se le acerco sigilosamente desde atrás y tomándola de los hombros le hablo al oído.
―gracias por venir
La chica bajita dio un respingo y rápido se giró mirando a Daiki un poco más alto que ella y demasiado formal.

Fue entonces que su padre se subió a la tarima y comenzó a dar un pequeño discurso elogiando a su hijo y los más mayores también, haciendo el comentario que Daiki no le había podido hacer a Kira el día que le entrego la invitación.

―Kira, será mejor que nos vayamos.
Pero cuando estaban a punto de huir una luz los dejo a ambos al descubierto y las palabras filosas del señor Arioka se dejaron escuchar en todo el salón.
―mi hijo que hoy, se compromete en matrimonio con Takahashi Kira.
Daiki por instinto cerró los ojos y Kira abrumada miro a Daiki y luego al hombre en la tarima que parecía orgulloso de verlos a ambos, pero la expresión cambio cuando Kira comenzó a fruncir el ceño.
―para esto… para esto me invitaste? ¿Comprometernos?
Daiki no fue capaz de responder sabía que igual ella se marcharía echa furia, y así lo hizo, Kira bruscamente se soltó del agarre de Daiki y corrió hasta la salida, Daiki miro a Kira y luego a su padre.

Daiki miro alrededor y la mayoría de sus amigos no podían creerse lo que hizo el más bajito de sus amigos.


Kira se había ido en el primer taxi que encontró, para cuando Marianna y Miki la habían ido a buscar ya no estaba.

―eso fue… tan cruel.
Renegó Miki mientras Kei se quitaba su saco y le cubría los hombros.
―vas a resfriarte, y tú también Rubio-san.
Las chicas entraron de nuevo al lugar y todo eran murmullos hasta que el DJ coloco música movida y la mayoría fueron a bailar, Keiko hablo con Miki y Hikaru con Kei que se lo llevo aparte.

―por la cara de Daiki, él tampoco quería este compromiso y menos sabiendo que Kira esta dolida.
Hablo tranquilamente Hikaru mientras miraba a su chica hablar con el resto de las reinas.
―eso escuche de Miki, Takahashi-san aún está pensando que Daiki es el mismo.
Comento Kei no muy contento.
―por lo que escuche detrás de la puerta…el señor Arioka y el señor Takahashi tenían un acuerdo.
Dijo Yuma acabando de llegar y Adari detrás de él.
―y donde se supone que esta Takagi y Yabu?
―Yabu está en casa, la ha tenido difícil siendo uno más del montón.
Le respondió Kei
―y Yuya está el Fukuoka, dice que quiere alejarse de todo lo que le recuerde a Arukawa-san.



―debiste esperar a que yo hablara con ella, ¡no anunciarlo a la prensa!, además de que eso lo tenía que hacer yo!
―no me hables en ese tono Daiki!
El señor Arioka coloco el vaso con fuerza sobre la mesa, el pequeño salón quedo en silencio.
―padre, ¡por Dios!, debiste esperar un poco y que Daiki lo hiciera a su manera.
De la manera más calmada que Daiki desconocía de su hermano Daigo y más para defenderlo le había sorprendido.
―si tanto necesitas esa unión, dale tiempo, son muchachos y Kira-san ni siquiera ha terminado su preparatoria.
―estoy de acuerdo con Daigo, padre, deja de hacer las cosas a tu ritmo.
Takahiro el hermano más mayor y con una de las empresas de tecnología a su total mando había llegado salvando a Daiki.
―¿Qué les pasa a ustedes tres? Hablan igual a—
―si padre, al abuelo
Respondió Takahiro en tono formal, mientras su padre lo miraba de manera altiva.
―Conozco a Kira-san, si ella quiere, romperá el compromiso y se ira a vivir con su familia materna en Kyoto, creo que eso no te conviene, Daiki fue su novio la conoce lo suficiente como para saber qué es lo mejor y en qué momento hacerlo.
Daiki miro sorprendido a Daigo que parecía no afectarle absolutamente nada, él también quería ser igual a ellos.

El señor Arioka abandono la sala advirtiéndoles que era mejor que Kira no rompiera el compromiso.
―su empresa primordial está cayendo, por eso necesita a los Takahashi.
Dijo Takahiro sentándose donde antes está de pie su padre.
―ustedes… ustedes…
Daiki estaba por llorar pero Daigo lo abrazo
―ya~ ya~ para algo están los hermanos mayores.
Daigo miro a Takahiro y este le levanto el pulgar en aprobación.


**una semana después**
Clase 3-B

Luego de ese desastre la noche del cumpleaños del Ex Rey Arioka Daiki las actividades de los clubes en Horikoshi Gakuen II comenzaron de lleno, Kira no quería ni hablar con respecto a lo que había pasado esa noche cuando llego a la casa de su abuela y su padre la había amenazado con que debía casarse con Daiki y la confesión de su hermana mayor, Minami, con respecto a que ella también se había visto envuelta en un compromiso con el hijo mayor de la familia Arioka, Takahiro Arioka, pero no fue hasta que se enamoró de Daiki y las cosas cambiaron para peor.

A Keiko le cayó un papel sobre el cuaderno en mitad de clases y al abrirlo miro desconcertada a Zumiko, pero esta ni la miraba, solo estaba pendiente de la clase.

Keito escribía con furia sobre el papel, Aimi que lo estaba observando ya que eran vecinos le comenzó a picar con el lápiz, hasta que Keito volteo a verla.
―te pasa algo?
Susurro mientras Sayumi- sensei seguía explicando animadamente matemáticas.
―no me pasa nada!
Le dijo molesto y Aimi miro la libreta con expresión de obviedad.
―bueno, tal vez si me pasa algo, pero no es importante.
Susurro haciendo reír a Aimi.
―me encantaría que ambos explicaran la clase, Okamoto-kun, Iguchi-san.
Sayumi-sensei se había llegado hasta donde ellos estaban y ambos la miraron un poco asustados, cuando la sensei se enojaba parecía que ardería trolla.
―eeemmm…Iguchi-san me estaba distrayendo.
―tú me distraías a mí destruyendo tu libreta.
―solo escribía!
―si la moda de escribir es enterrar el lápiz como si estuvieras matando a alguien, pues OH! Señor Riidaa, enséñeme!
El sarcasmo se le salía por los poros junto a la ira que recién salía y Keito se levantó molesto al igual que ella, pero Sayumi Sensei tomo la libreta de Keito y miro que las formulas estaban casi traspasando 5 hojas.
―Okamoto-kun e Iguchi-san, espérenme afuera.
Ambos aspiraron hondo y Aimi fue la primera en salir, detrás de ella iba Keito.

Kira movió la cabeza en desaprobación, pero ambos ya estaban afuera y Aimi le quedo mirando recargada del ventanal con los brazos cruzados.
―Keito, ahora si me dirás que pasa?
Keito la miro con los ojos entrecerrados.
―de que quieres hablar, Iguchi-san?
―tengo que soportar a un loco frustrado de compañero durante todo un año, será mejor que me digas como te ayudo.
Aimi se colocó firme y dio un paso al frente, en tanto Keito miro a ambos lados del pasillo.
―es Akari
Y antes de formular otra palabra Sayumi sensei apareció y ambos caminaron hasta llegar a un salón a las afueras del edificio.
―ya que quieren seguir charlando, no hay mejor manera que esta.
Les entrego a ambos una escoba.
―para que no digan que en las mejores familias no se hace algo.
Y con ese comentario se fue.
―no sé cómo Yuya pudo gustarle esa mujer.
Keito la miro con terror, Sayumi sensei se había ido con una gran sonrisa en el rostro, Aimi rio por el comentario.
―eso de Takaki-senpai… me recuerda que él estuvo saliendo con Harami-san.
―La conociste?
―unas cuantas palabras y ya.
Aimi le restó importancia encogiéndose de hombros.


*RECESO*


Keiko subió las escaleras hasta la azotea, la brisa fría aun insistía en plantarle cara, miro la cicatriz de su mano, recordando el rostro de su mejor amiga.

―esto es una locura.
Pero cuando intento  de volverse una voz la detuvo.
―no es una locura cuando deberíamos hablar al respecto, Keiko.
La sangre se le congelo al oírla hablar tan fría.
―Zu-Zumiko…
La otra chica la miraba desde lejos sin expresión alguna.
―se… por Kikuchi, que Hikaru se enamoró de ti.
Keiko por dentro bufo ironica, eso ella ya se lo había explicado, todos se lo habían dicho, pero está fuera de sí, y ahora temía por lo que le pasara.
―Zumiko… no tenemos que hablar de esto.
―me tienes miedo Keiko?, estas tan pálida como Inoue-san
Keiko intento actuar con valentía, pero estaban solas, Kikuchi no tenía ni idea de las cosas que Zumiko había hecho.
―es solo… hace frio aquí.
Zumiko arrugo el ceño y se sentó en una silla que al parecer ella misma había traído.
―no hace tanto frio, Keiko, te llame para hablar sobre lo inevitable, Yaotome Hikaru.



Kikuchi estaba mirando el reloj en la entrada de Horikoshi, hasta que el auto de Hikaru llego.
―un minuto más y me regreso a dentro.
―elemental mi querido primo, no soportas esperar.
Fuma puso los ojos en blanco y luego miro a Hikaru que parecía haber palidecido.
―qué te pasa?
Fuma le siguió la mirada y el comprendió el miedo de su primo que ya se encontraba corriendo por todo el estacionamiento en dirección al techo donde estaban Zumiko y Keiko.



Janet estaba tomando el té mientras escuchaba el sonido de los dedos de Susy teclear con gran velocidad.
―supongamos… que algo malo tendría que ocurrir, como un accidente de escaleras por bullying ¿Cómo debemos actuar en ese caso?
Formulo Janet mientras Miki seguía leyendo el libro de normas de Horikoshi, Susy se distrajo y comenzó a analizar su respuesta mientras jugueteaba con su collar entre los dedos, Marianna y Aimi miraban su café.
―supongo que ya queda a parte lo de llamar la ambulancia y prestar los primeros auxilios…
Dijo Aimi sin dejar de mirar el humo que salía de la taza.
―investigar su ficha en el archivo, hablar con sus compañeros de clase hasta encontrar al bullying.
Enumero Marianna habiendo dejado la taza de café en la mesa de centro.
―bien. Y el castigo?
Janet las miro y Aimi echo un suspiro.
―supongo que si esto saliera de nuestras manos los profesores se harían cargo.
Janet asintió a la respuesta de Aimi y esta tomo un sorbo de su café.
―se podría… no sé… hacerse cargo de los gastos médicos de la persona lesionada.
Kira bufo cuando Susy había dicho aquello.
―una reina luego de investigar la ficha o hoja de vida de la persona, se dispone a hablar con ella sobre dos opciones: una; si es mujer tendría que aparte de pagar los gastos médicos una fuerte suma de dinero por las molestias que han causado no nada más a la persona lesionada sino también al resto que a echo daño y ese dinero se va al fondo de la escuela. Dos; si es hombre cambia un poco la circunstancia, nos volvemos casi la sombra de él hasta descubrirle el ultimo secreto de su vida y luego de una paliza si se opone a nuestras ordenes, ya que una reina no pide favores.

―Kira, eso ha sido… una buena explicación.
Susy, Marianna y Aimi la miraron sorprendidas.
―en serio eso significa ser Reinas?
―Sip, eso significa cargar con la armonía de Horikoshi sobre nuestros hombros.
Dijo Miki cerrando el libro.
―se supone que esto nunca pasa… o sí?
―supones mal Marianna… la escuela tiene una reputación intachable, pero al tener becados unos de los que tienen clase alta aprovechan y humillan a los becados, pasa muy a menudo, por eso nos eligen como Reinas, tenemos el deber de proteger a las chicas de abusones.
Explico Miki colocándose de pie frente a todas y Susy, Marianna y Aimi miraron sorprendidas.
―y… cuantas becadas hay?
Pregunto Marianna
―alrededor de unas 200.
Dijo Susy que ya se había releído los expedientes.
―entre ellas las princesas; Ponte-san, Azuma-san, Shiyoaki-san y Koyama-san
Dijo Kira comiendo una galleta.
―entonces…nuestro deber es mantener la reputación de la escuela?
―tendremos problemas con las otras escuelas si se enteran de lo que pasa aquí adentro o si esto llega a oídos Kitagawa-sama, lo que pase aquí, es nuestra responsabilidad.
El tono amenazante de Janet las hizo tragar con dificultad.
―y… donde esta Zumiko y Keiko?
Pregunto Kira y todas se miraron en silencio.


En la cancha de Basquet estaba Yuto, Kento y Yuri jugando.
―supongo… que las chicas están poniendo al tanto a las nuevas.
Dijo Yuto mientras le lanzaba directo al pecho el balón a Yuri.
―sí, pero ya a Fuma-kun le dijo Hikaru todo no?
Yuri reboto varias veces el balón antes de lanzarlo y encestar.
―lo preocupante es... donde se metió Keito y Ryosuke?
Kento se rio ante la pregunta de su hermano.
―Keito dijo que hablaría con el entrenador Goseki-sensei.
Yuto fue tas el balón.
―Yama-chan debe andar por allí… lamentándose.
Los tres se quedaron quietos y suspiraron.
―Yuto… a ti te preocupa algo sobre lo que paso?
Yuto frunció el ceño y lanzo el balón a donde estaba Kento.
―supongo que… a cualquiera le afecta ver morir a alguien entre tus manos.
Yuto miro a Yuri quien asintió de forma seria.



Aunque no lo parecía, los golpes parecían perfectos, pero él no lo sentía así, el palo seria lleno de cortes, pero Ryosuke seguían, hasta que grito y soltó su espada, dejándose caer de rodillas, frustrado.
―no… no puedo hacerlo…
Sollozo.
―claro que no puedes… si no te quitas esas ganas de acabar contigo mismo Yamada-kun.
El profesor estaba detrás de él observándolo sin expresión alguna.
―Tsubasa-sensei.
Ryosuke se levantó y limpio sus lágrimas con la manga de su kimono.
―recoge esa espada, tendremos que comenzar desde el inicio.
Ryosuke asintió.



―entonces, ¿lo dices en serio?
Keiko estaba asombrada.
―sí, no es como si volveremos a ser amigas, pero, hablar contigo me ha hecho bien, y te debía una disculpa, por… lastimarte y un gracias, por no poner cargos.
Keiko asintió y en eso la puerta se abrió de golpe y Hikaru estaba jadeando, ambas chicas lo miraron asombradas.
―Zumiko, no hagas ninguna locura!
Grito horrorizado Hikaru ocultando a Keiko detrás de él, Zumiko se rio.
―déjate de idioteces Yaotome!, solo estábamos hablando.
―eh?
Zumiko miro con molestia a Hikaru y se fue de allí. Keiko se echó a reír luego de que Zumiko se hubiera ido.

―¿que… que fue todo eso?
Hikaru asombrado miro a Keiko de pies a cabeza.
―supongo que dos Reinas hablando.
Keiko le abrazo sin pensárselo mucho y lo beso.
―Hika-chan, hace frio.
Le hizo puchero y Hikaru la abrazo con más fuerzas.
―no sé qué paso, pero me alegro de que estés bien.
Keiko miro su mano con la cicatriz y echo un suspiro, perdió a su amiga, pero al menos podía hablarle con normalidad.



Zumiko bajo las escaleras lo más rápido que podía y no le importó que Kikuchi le pasara por el lado, pero este la tomo de la mano.

―paso algo?
Zumiko se detuvo por fuerte jalón y negó.
―solo… le pedí disculpas.
Fuma bajo los escalones hasta que la tuvo de frente.
―ya estas más tranquila?
Zumiko asintió y tomándolo de la cintura lo abrazo.
―solo que no esperaba que apareciera Hikaru a salvarla de nuevo.
Sollozo en el pecho ajeno llenando de lágrimas la corbata y camisa ajena, Fuma la abrazo con fuerza besándole el cabello.
―pero me tienes aquí… para salvarte, Zumiko.
La chica siguió llorando mientras el mayor seguía abrazándola y acariciándole el cabello.




CONTINUARA

Comentarios

Akari Shiyoaki ha dicho que…
Espero que Daiki pueda arreglar las cosas con Kira ;3;
Pobre Hikaru, lo asustado que estaría al ver a esas dos juntas X'D
Pobrecito mi Keito ;__; espero que vuelva con Akari pronto :P