LUNES 16 DE MARZO DEL 2015
A solo tres días de la
graduación….
―todos se están volviendo
locos…
Suspiro pesadamente mirando
a sus compañeras cotillear sobre lo hermoso de su vestido.
―Yo estoy más preocupada por
otra cosa~
Dijo Miki sentándose en la
silla delante de ella, Susana la miro preocupada.
―sabes lo que pasa con el
clan P… eso no me hace estar segura de nada… sobre todo que llegue ese día.
Susana se tensó en el
asiento, el horror reflejado en su rostro.
―¿chinen?
―Kei, mi hermano, la escuela…
hay mucho riesgo en todo esto.
Y antes de poder seguir
parloteando, el profesor ya había entrado a clases.
Susana miro preocupada hacia
el asiento de Chinen que seguía vacío, tenía que estar a salvo.
Luego que sonara la campana
Susana camino por el pasillo mirando en dirección a la azotea, recordando la
promesa de una respuesta por parte de Yuri, sonrió, era tonto esperar por una
respuesta, pero ella era quien se había confesado.
Llegando a su loker y abriéndolo
miro una pequeña caja que nunca antes había visto, con temor de que fuera una
trampa del Clan P, tomo la caja y la destapo mirando un pequeño collar de oro
con una llave, junto con una nota.
“ Solo colócatelo para la graduación” ―Chinen Yuri
Susana sonriendo como tonta lo guarda en su
bolso.
―si me quiere
Pensó para sus adentros.
Mientras algunos se iban a casa Rina entre la
multitud logro irse al único sector de la escuela abandonado, necesitaba un
poco de paz.
Entro al salón de Kendo, observando lo abandonado
y frio que se conservaba, decidió dar un vistazo a las cajas que estaban apiladas
cerca de una puerta, bloqueando esta. Se sintió curiosa y entre polvo y tela de
araña movió las casa encontrando que el deposito era lo que estaba bloqueado,
era el antiguo Aula de Kendo de su hermano, tenía que haber una razón para
estar así de bloqueada.
Al revisar aquel deposito, encontró una caja
con un extraño símbolo que era parte de lo que había visto de su hermano.
Abriéndola
encontró algo que esperaba fuera un gran montaje, chicas, archivos llenos de
chicas de Horikoshi desnudas, abusadas, atadas, golpeadas, muertas.
Rina vomito a un lado de la caja todo lo había
comido, sus ojos se llenaron de lágrimas, eso no podía ser verdad… su hermano
era la peor escoria que ella y todos podían imaginar. Con los ojos cerrados
paso las páginas de las fotos centrado su vista en el archivo donde decía que “juguete
sexual de Masuda” aparecía la foto del anuario, la chica muy sonriente,
nada parecida a chica que estaba llena de moretones y heridas.
―no…Ya…yamashita… son unos monstros
Dejo las cajas y salió de aquel lugar
asqueada.
―así que la que buscar respuestas.
Una profunda voz se escuchó a unos metros de
ella, Rina asustada y nerviosa miro a la figura masculina en la puerta, quien
la miraba con una sínica sonrisa.
―t-tu…tú y mi hermano… me dan asco!!
Escucho una sonora sonrisa mientras aquel
hombre entraba y cerraba la puerta tras él.
―creo que ahora no podrá saber nada… tu
querido Niichan.
―Tegoshi…
Mientras las chicas se reían de cualquier estupidez,
no se daban cuenta de que era observadas, por figuras nada familiares.
Una foto……. Dani
.
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Otra foto….. Suna
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Otra foto….. Akari
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Otra foto….. Marianna
Unos gritos y cosas cayendo le dieron razones
a Masuda para querer ayudarla, no por gusto, por amor.
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