Horikoshi Gakuen II [Capitulo 32]

La época de exámenes había llegado…

Todos habían presentados los exámenes pero estos no iban a ser revelados hasta después de las vacaciones de invierno.

Luego de  los exámenes los Reyes organizaron una fiesta en honor al Rey bromista, y a Chinen, cosa que hizo enfadar en gran manera al pequeño y ese día, no asistió al evento.



―Día 30 de Noviembre 2014―



Ya habían muchas personas en aquella casa alquila específicamente para la fiesta del Rey Yaotome, muchas modelos jóvenes, chicas universitarias, Idol’s, y la mayoría de la escuela estaban allí, excepto Keiko y Zumiko, o eso pensó Hikaru.

Este no tenía cabeza para nada y apenas sonreía, alcohol, drogas, humo de cigarrillos, mujeres bailando, parejas en las esquinas oscuras del lugar comiéndose a besos y algo más.

Necesitaba aire, pero si salía al patio de la casa, sería el mismo caos, así que opto por salir al frente, ya hacia un rato que no veía a ninguno de sus amigos, aquella casa era inmensa.


―todos aquí… excepto la chica que me gusta― suspiro con desgano sacando un cigarrillo y el encendedor, pero justo antes de que lo encendiera alguien se lo quito.
―pero que― se quedó cortado cuando vio a Nadeshiko frente a él, estaba muy atractiva con un short desgastado y una blusa que mostraba su abdomen plano.
―es una fiesta abierta, ¿Qué esperabas?―
este frunció el ceño, sabía que buscaba la chica.
―Inoo-chan esta con su novia― dijo fríamente, y esta seguía con su sonrisa.
―tranquilo Yaotome-san― canturreo la chica ―yo solo vine porque hay algunos amigos míos aquí, ya Kei está superado, además― se hizo a un lado dejando mostrar a una hermosa chica peli rubia con ojos grandes y bastante sexy.
―ella es mi amiga… Harami―
Hikaru la examino y la chica resultaba ser muy guapa.
―pues… bienvenidas―
Ambas entraron, pero antes, Nadeshiko le regreso el cigarrillo a Hikaru y este al fin pudo encenderlo.






―Señor!, hemos tenido noticias de Yamada-san― dijo aquel hombre con una cicatriz en su cuello y ropa algo elegante.
―Bien…sigan vigilando cada paso de ese “príncipe”… pronto le quitaremos la corona― el hombre sentado en el escritorio dibujo una gran sonrisa, dándole un sorbo a su vaso con alcohol, tomo una todo en su escritorio con la imagen de Yamada, en su auto.
―muy pronto nos veremos… Yamada~ ― sonrió de medio lado y coloco su vaso sobre aquella fotografía.






―ah!.. aah!!― comenzaba a gemir cada vez más, y la pareja que estaba al lado también comenzaban a calentarse, pero era vergonzoso hacerlo delante de tanta gente.
― ¿vamos a otro lugar?―
Le pregunto Kota a Karina, y esta asintió sin remedio, comenzaron a alejarse de allí directo a la planta de arriba, pero la mayoría de los cuartos estaba ocupado, hasta que al fin se encontraron con uno vacío y pasaron llave.
―al fin solos~―
Sonrió de medio lado haciendo que Karina retrocediera, mientras que Kota se abría los botones de la camisa. La habitación tenía solo las luces de las mesas de noche encendidas y justamente, era una cama matrimonial.
―Kou… espera―
Ella estiro su mano, esperando a que él se detuviera con eso.
― ¿Qué pasa Karina?―
 la miro confuso por su actitud tímida. Fue entonces que ella comenzó a quitarse el cierre de su vestido dejando caer este y mostrarle al chico la lencería que llevaba puesta, Kota la miro asombrado y más cuando ella se acercó a él y lo abrazo.
―ahora… ahora si estoy lista― dijo tímidamente la chica y fue entonces que Yabu la tomo como recién casados, recostándola en la cama.
―Bien mi Reina, estas muy hermosa~―





La gente bailaba a más no poder, la música hasta el tope, personas desconocidas interactuando entre sí, bailando, besándose, drogándose, ya no habían más que borrachos y drogados a mitad de la noche, entre ellos, muchas alumnas menores de edad, pero, esa era una fiesta de Reyes, se suponía que chicas menores no podían estar allí.


―Marianna, ya deja de tomar!― le pidió entre gritos Susy, su amiga no paraba de bailar encima de aquella mesa.
En eso al fin llega Yamada y la baja de allí llevándosela.
―mooo!! Yo quiero seguir bailando!!― replico como niña pequeña pero Yamada se la llevo escaleras arriba, dejando a una atónita Susy.
―y… ¿ahora?― miro a todos lados, tan solo habían chicos ebrios.




―tu… me gustas― le dijo con las mejillas muy rojas, ya con tanto alcohol (un vaso de vodka) no podía aguantar decir lo que sentía por aquel chico ―pero tu~ tu eres un completo edificio!, me acosas! No lo soporto! ¡¿Por qué eres tan alto!?―
Yuto no paraba de reír mientras seguía grabando a su pequeña novia, Keito y Akari solo miraban y se reían de lo fácil que se emborracho Nataly.
―Cariño, tú también me gustas pero, es hora de irnos, ya estas ebria―
La chica se levantó de golpe de la silla
― ¡YO NO ESTOY EBRIA!, ¿verdad señor unicornio?―
Fue la gota que derramo el vaso al escuchar a la chica hablarle a la nada.

Mientras que otra pareja era, Miki y Kei, esta chica estaba muy apegada a Kei y le decía cosas al oído haciendo que él riera de vez en cuando hasta que se levantaron y se fueron.

Yuma y Adari estaban besándose o comiéndose, desde el punto de vista de todos, nada más les faltaba quitarse la ropa, mientras que muchos universitarios envidiaban a la pareja.

La chica amiga de Nadeshiko tan solo buscaba con la mirada a Takaki, hasta que lo encontró bailando con una chica peli castaña bastante delgada, hizo una mueca de asco y tomo al primer chico que estaba solo y comienzo a bailar con este.

No paso mucho hasta que Lucia se apartó de él caminando hasta el baño, y Yuya camino hasta la barra.

―mi turno…― dijo para sus adentro la chica y dejo al chico en la pista comenzando a caminar hasta Takaki y colocarse a su lado.
― ¿qué buena fiesta no?―
Dijo la chica hacia Takaki está la miro de arriba abajo, notando que estaba lo bastante atractiva.
―sí, es… una buena fiesta―
Ella extendió su mano.
―Harami, soy modelo―
El chico tomo por cortesía la mano de la contraria.
―Takaki Yuya―
Esta sonrió y luego de soltarse de las manos, tomo su copa.
―te vi bailar con una chica… tu novia?―
Takaki sonrio orgulloso.
―Sí, es mi novia.―
Esta le devolvió la sonrisa.
―Hacen linda pareja~― pero serás mío Takaki Yuya, y esa pequeña no será problema para mí― esto último Harami lo dijo para sus adentros, manteniendo una gran sonrisa, luego se despidió de Takaki.





Al día siguiente todo el mundo se quedó en sus casas pasando la resaca, excepto algunos extranjeros que tenían que quedarse en la escuela, entre ellos, Karina, Susy, Dani, Marianna.


―Marianna ¿Qué paso luego que te llevo llamada?― pregunto preocupada y enojada Susy, pero su amiga solo se sostenía la cabeza.
―no… no lo sé, lo único que recuerdo fue despertar en casa de Ryosuke-kun son su pijama―
Palideció y quería gritarle pero sabía que su amiga aún tenía dolor de cabeza.
― ¡¿Cómo que en casa de Yamada-kun?! ¿Qué te hizo? ¿Estás bien? Oooh Dios! Hay que llevarte a un hospital―
Marianna sonrió, por la histeria de su amiga y esta tan solo la miro con el ceño fruncido.
―Susy~… no pasó nada, el me conto que solo me llevo a su casa, me vomite, me cambio de ropa y yo me tire en su cama y quede dormida―
Le dio palmaditas en la cabeza a la bajita y este solo suspiro.
―por esta vez te creeré~―






En un salón completamente bien organizado y algo a la antigua, tres cuadros se encontraban colgados con las imágenes de las primeras blancas, en la silla del escritorio se encontraba Adari revisando su laptop, Arukawa no había ido ya que tenía algo de resaca, pero en eso tocaron la puerta.


―adelante― dijo con voz tranquila y sin despegar la vista de la pantalla.
―Buenos Días Nohara-san― la voz de Karina la hizo despegar su vista de la pantalla.
―Buenos Días Anguiano-san, ¿Qué se te ofrece?― Karina cerró la puerta tras de ella y una vez frente a Adari hablo.
―eso mismo te iba a preguntar Nohara-san, ¿no estás muy sola tu aquí?―
La chica sonrió y miro a Karina quitándose los lentes.
―pues no esperaba que nadie viniera―
Karina tomo asiento.
―solo, quería preguntar, ya falta poco para graduarnos, pero ¿que pasara luego?―
Adari suspiro y miro de nuevo la pantalla donde tenía la foto de todas las sucesoras.
―sé que Janet será una buena líder, y Keiko será su buena mano derecha―
Dicho esto la chica asintió, miro los cuadros de las tres reinas de blanco.

―pero… aun así, siento que algo malo va a pasar―

Comentarios