Horikoshi Gakuen II [Capitulo 2]

Capítulo 2

*Una semana más tarde*

-Acompáñame Sakura-san~-

Suplicaba Ichinose Ary.

-Que NO!... ¿y si nos descubren?-

En su mirada mostraba temor.

-Sakura!, será rápido y fácil-

Extendió una carta y se la entregó a Sakura.

-Kinomoto-san!, entregaras tu mi carta de amor a Yamada-senpai-

Sakura se sonrojo y volvió a entregar le la carta a Ary.

-NO!, yo no lo are-

-Vamos~-

-QUE NO!-

Y se marchó antes de que su ahora amiga le siguiera insistiendo sobre esa carta, que no era su deber entregar tan solo porque fuese la novia del amigo de Yamada, Chinen Yuri.

-sensei!-

Alzo la mano para obtener así la atención de su profesor.

-Tomohisa-san, ¿Qué sucede?-

-no me siento bien, puedo ir a la enfermería-

El profesor se acercó hasta el asiento de la chica y con solo observar las mejillas rojizas, noto que tendría fiebre.

-está bien-

Rina se reverencio y salió del aula.

Caminando por el pasillo paso por el aula “2-A”; justo en ese mismo instante se abrió la puerta, dejando mostrar al chico que robaba sus suspiros y hacia que su corazón latiera con más fuerzas, justo como ahora.

Yamada examino con la mirada a la chica, que ahora sus mejillas estaban mucho más sonrojadas. Sonrió lascivamente al notar de qué año era.

-“vaya, si es de primero”-

Ensancho su sonrisa y tomo de la mano a la chica. Al cruzar ya una esquina más la oculto detrás de las escaleras que daban al ala de los chicos del último curso.

-¿Q-Que hace?-

Por fin la chica pudo hablar, pero, antes de que dijera más Ryosuke la acorralo contra la pared.

-me gustan…las chicas lindas-

Rina abrió los ojos al sentir los cálidos labios de Yamada sobre los suyos, lo profundizo hasta más no poder, ya que como se es bien sabido, todo ser humano necesita de oxígeno para vivir y este no era la excepción.

-y..y eso?¿-

Pregunto Rina, pero solo recibió una sonrisa.

-“bingo”-

Se dijo Ryosuke en sus adentros.

Mientras como todo atontado bebé queda mirando algo que le gusta y babea por ello; así Susana miraba a chinen.

-Torres-san, dígame el primer párrafo de la página 160-

Eso fue lo que la saco de aquel trance y respondió a lo que su profesor de inglés le decía.

Mientras que en otra cabeza y en otro mundo se encontraba Nakajima Yuto.

-“¿¡Qué haces?! Yuto!!, concéntrate… que demonios haces pensando en una chica!”-

Se repetía en sus adentros tratando de prestar atención.

-“es una chica de primero!”-

Se rasco su cabeza y miro hacia la ventana, pero no por mucho, cuando sintió un fuerte golpe en su escritorio.

-señor Nakajiama, si mi clase le parece aburrida, puede retirarse-

Se podían escuchar las leves risitas de sus compañeros y solo sonrió avergonzado.

>Riiiiiiing<

Y ese fue el anuncio de la hora del almuerzo, así que sin más remedio Miki salió como si su vida corriera peligro y fue a refugiarse en la azotea, le gustaba sentir la fuerte brisa golpear su rostro.

-Yamada…maldito…-

Coloco la música lo más fuerte que podía, así despejaría su mente de su tormento llamado, Ryosuke Yamada.

-FlashBack-

Se acercaba peligrosamente a sus labios, por impulso cerro los ojos, deseando desaparecer.

-abre los ojos gatito… quiero verte-

Pidió el chico con voz sensual a lo que lentamente Miki abrió los ojos y lo miro con temor.

-Te odio—

Trato de seguir, pero alguien abrió la puerta.

-interrumpo ¿?-

Miki como pudo abrió lentamente la puerta que estaba en su espalda y huyo, como todo buen gato.

-FIN DEL FLASHBACK-

-gracias-

Dijo al aire, como si aquella persona fue enviada a su rescate.

-de nada-

Dio un pequeño salto en su sitio al ver allí a aquel chico; piel blanca, alto, cabello negro, de contextura delgada.

-Inoo-

Se quitó los audífonos, mientras se levantaba enojada consigo misma; en la huida, Inoo la tomo de la mano y por la espalda la apego a su pecho.

-yo no soy como Yamada-

Trato de liberarse, pero Inoo siguió abrazándola protectoramente.

-y yo no soy un juguete!-

Inoo la soltó, sabía que no ganaba nada por ahora, la chica aún tenía muy presente a Ryosuke y sus heridas aún seguían abiertas.

Al sonar aquella campana Kira tomo a su amiga y la obligo a ir hasta aquella aula de los chicos del último curso.

-Kira-san!, ¡Ya para!, ¡esto es acoso!-

Regaño Marianna a Kira, pero esta solo se hizo la de oídos sordos y siguió observando como su adorado Daiki hablaba muy feliz con Hikaru.

-esto es amor-

-ajam~… si claro!-

El sarcasmo ligado con burla sobre salía por sus poros.

-si es amor, no te importa que le pregunte algo-

A Kira no le dio tiempo a reaccionar cuando vio a su amiga ir a la dirección de aquellos chicos.

-que haces tonta!-

Susurro Kira acercándose sigilosamente detrás de la chica.

-¡Daiki Arioka-senpai!-

Grito Marianna y el chico la miro despreocupado.

-¿Qué se te ofrece?-

-pues… vera… yo—

Daiki miraba atento al igual que lo hacia Hikaru, Kira se quedó helada mirando la espalda de su amiga.

-AH!, Kirarin~ tanto tiempo sin verte-

Daiki movió su cabeza de lado y observo bien a la chica, Marianna quedo fría, “¿¡cómo que Kirarin!?”, pensó.

-ya la conoces?¿-

Señalo en dirección a Kira y luego a Daiki, este asintió.

-si-

-es mi ex –

-¡¡¿¿EEEHHH??!!-

Marianna termino por quedar shockeada y Kira riendo como tonta.

-lo siento…ya nos íbamos-

Dijo Kira tomando de la mano a su amiga.

-oye!, espera!-

Se interpuso Daiki.

-ella me quería decir algo-

-no!, no era nada en especial-

Y corriéndose llevo a su amiga.

-como es si fueron novios… ¡SIGUES ENAMORADA DE ÉL!-

Kira agacho la cabeza antes los regaños de Marianna.

-Larga historia-

Se limitó a decir Kira.

Kota Yabu, ya llevaba más de media hora en silencio mientras veía comer a aquella chica nueva.

-te gusta~ te gusta~-

Comenzó a decir Takaki como si fuera un fantasma.

-puedes parar ya!-

Regaño Kota con una mirada asesina.

-Anguiano-san!-

Grito Takaki atrayendo la atención de la chica.

-¡¿Qué haces Bakaki?!-

Susurro Kota.

-te estoy ayudado-

Respondió en el mismo tono y sin más ni más se fue tras la chica, duro un par de minutos en los cuales Kota miraba cada expresión, y luego una gran sonrisa por parte de la chica, seguido de eso, Takaki se acercó a Yabu con una sonrisa ladina, digna de un ganador.

-¿Qué le dijiste?-

Regaño Kota, pero a yuya no le afecto, ya que seguía con una amplia sonrisa.

-Prepárate mi buen amigo, tienes una cita después de clases-

Luego dirigió su mirada a aquella chica, parecía algo ¿feliz?.

Arukawa Lucy, Detestaba el lugar de clases que le toco, si tan solo pudiera irse y que su familia dejara de decidir por ella,  al menos daba gracias que terminaba ese año y luego se marcharía a Italia a seguir con su pasión de ser diseñadora.

-Lucy-chan-

Aquella persona se sentó frente a ella y miro atento lo que esta dibujaba.

-lárgate Yaotome-

Hablo sin si quiera mirarle.

-mooo~ contigo ni se puede conversar-

Se levantó de la silla y se marchó; Lucy detesta ese tipo de personas, esas como Yaotome Hikaru, gastando su dinero por puro gusto y teniendo a cuanta chica se le pusiera en el camino, un tipo Yamada, solo que más bromista y menos sensual, le agradecía a su actitud, que cuando Yamada  se le intento acercar, ella simplemente lo ignoro. Por ahora no había nadie ni nada en su mente y corazón o eso  quiso pensar.

-HIKARU!-

Grito alguien desde la puerta atrayendo la atención de todos en el aula.

Su corazón dio un vuelco al mirar  a aquel chico.

-“¿se cambió el corte de cabello?”-

Pensó lucy al ver a un chico; alto, bien parecido y de tés un poco más oscura por ir tanto a la playa y sin pensarlo, dejo caer un suspiro, siguiendo con la mirada a aquel chico que ahora se reunía con Hikaru y Arioka.

-que te trae por aquí yuyan-

¿Qué nadie está en su corazón? Entonces, ¿Qué era ese latir tan fuerte en su pecho?

-hola lucy, tiempo sin  verte-

-Tomohisa-san… Tomohisa-san-

Sintió algo cálido en su mejilla y lentamente abrió los ojos, acostumbrándose a la luz.

-¿Do-Dónde estoy?-

Pregunto tratando de tomar asiento sobre la cama.

-estas e la enfermería-

-soy Nishikido Ryo-

Hablo aquel hombre… pero… si ella estaba en la enfermería ¿Cómo llego?, mientras ponía orden en su cabeza, el enfermero coloco su mano en la frente de Rina.

-ya tu fiebre bajo, que alivio-

Sonrió.

-¿Cómo llegue aquí?-

-ah! Pues~ te trajo un senpai, Yamada Ryosuke-

Abrió los ojos sorprendida.

-¿Yamada?-

El enfermero asintió. Entonces no había sido una alucinación provocada por la fiebre…. Entonces…

-“me gustan… las chicas lindas”-