Capítulo 3: las lágrimas de una Aidoru (Idol)
¿Qué fui en mi vida pasada?
-fuiste una persona igual de bondadosa que ahora-
¿Cómo es que puedes leer mis pensamientos?
-porque soy tú-
Debes de estar bromeando ¿Quién eres?
-soy tú…una parte de ti, la que tú suprimes…pero ahora tienes que
dejarme ir-
¿y porque no te vas?
-sigo atada a ti, aun cuando lloras en las noches deseando olvidar el
pasado…eso pasa porque no me dejar ir, ahora te lo pido, te lo suplico, déjame
ir-
Pues, puedes irte…
-gracias-
Otra mañana más en la que despierto ahogada en llanto…
-porque sigue pasando-
Desde hace unos meses para acá… o mejor dicho, desde que comencé a
presentarme mas seguido en programas de variedad, música y radio… siempre
comienzo a llorar… ¿frustración? ¿El recuerdo de lo que paso hace un año? ¿Por
qué siempre lloro?
-Misaki-san, ¿estas lista?-
Este seria el último ensayo, luego dos días de “descanso” y llegaba la
presentación en el Theater.
“…. Angel come to me…”
Cuando termine la practica me fui a comer… ya luego tendría que irme a
alistar mis maletas para ir a Osaka… mis días de descanso, se definían a ir a
sesiones de fotos o entrevistas de Tv… no era muy popular, pero aun así tenia
que ir, no en representación de AKB, sino de la empresa Genji…
*8 meses antes*
-para poder heredar tienes que
cumplir durante cierto lapso de tiempo unas simples reglas-
¿Porque yo estaba allí?…
claro… todo por aquel accidente…
-hai!-
Mas que querer heredar de
alguien que ni conocía… me obligaron a firmar una hoja de adopción… si mi mamá
se enteraba de eso, de seguro me mataría…
-firme aquí… y aquí-
Tome aquel bolígrafo en mis
manos y aun dudosa de lo que aria… firme… sentí como si fuera firmado mi hoja
de vida, como si acabara de vender mi alma…
Con el paso de los meses,
recibí un sobre desde la embajada de mi país, aceptaron el permiso de adopción,
ahora me convertiría en ciudadana japonesa.
-me alegro-
Aquel hombre que estaba
postrado en una cama al borde de la muerte, sonreía, parecía estar feliz por la
noticia…
-¿puedo retirarme?-
-no te ves muy
contenta…¿sucede algo?-
Comenzó a toser, esa
enfermedad que tenía lo estaba matando lentamente.
-¿Por qué yo? de todas las
personas que ahí en Japón ¿Por qué yo?-
Estaba a punto de caer en
llanto como siempre lo hacia, desde que me obligaron a mudarme a aquella
mansión antigua en las afueras de kyoto.
-mi hijo… el hizo agotar mi
paciencia… merece ser castigado-
Dijo en tonto serio pero muy
bajo.
-pero… lo pudo haber castigado
de otra manera… porque no dona todo lo que tiene y listo!-
Me exalte en demasía a lo cual
baje la cara apenada.
-lo siento-
-aunque tienes razón en ello…
pero… hay cosas las cuales no puedo donar, como las empresas y las relaciones
que tengo con otras compañías… el dinero es demasiado-
15% le tocaría a su único hijo
de unas 35 años, solo dinero, 35% donado a orfanatos, 10% a los centros de
ayuda en caso de tsunamis o algún desastre natural y el 40% restante, eran las
compañías a nivel nacional, Tokio, Osaka, Fukuoka, Narita, Hiroshima y la
central en Kyoto… de eso, de todo eso me encargaría yo… sin saber nada de
finanzas ni de nada… su mayordomo y mano derecha se encargaría de eso, yo solo
tendría que firmar papeles, presentar discursos… ¿de que eran las compañías?
telefonía, comida, juguetes, ropa y cosas del hogar…
Cuando Takahashi Minami se enteró
de aquello, no podía creerlo… yo heredaría todas esas cosas de Genji Kou… de la
peor manera, pero heredaría, en mi cara se visualizaba el desagrado por todo
aquello… luego de que el leyera aquel papel de adopción, murió, cuando el
abogado leyó el testamento frente a su hijo Genji Akito, este estaba mas que
molesto, su padre, el todo poderoso en la industria lo había dejado con
migajas, una casa en Fukuoka y 100.000.000.000 billones de yenes… cosa que con
el vicio del juego y la bebida se iría rápido… hasta me cambio el nombre, por
uno japonés, mi nombre de pila paso a ser mi segundo nombre, pero, solo use el
que él mismo había elegido para mí, “Genji Misaki”.
****
El resto me tocaba a mi, estudie algo sobre los negocios de lo que
ahora era mi familia… la mansión en kyoto se la quedo las sirvientas y el
mayordomo segundo del viejo Genji, y el resto de las casa fueron donadas,
excepto las mas “pequeñas”, aunque para mi, son unas casa muy grandes…
-Takeru-san, tiempo sin verte.-
Me reverencie al igual que el lo hizo… acababa de llegar a Osaka.
-unos cuantos meses, Señorita-
-te dije que no me llames así… mi-sa-ki, mi-sa-ki, misaki!-
Hice puchero a lo cual este comenzó a reír… subimos al auto y me llevo
a la “pequeña casa”… a pesar de que Takeru ya no era mayordomo, siempre seguí
con formalidades… el cuidaba la casa en Osaka, o mas bien, era SU casa.
-bienvenida a casa, señorita-
A pesar de lo que yo dijera era siempre lo mismo… nunca me
acostumbraba, cuando lo vi sacar mis maletas le ayude.
-no es necesario señorita-
-te lo he dicho… ni si quiera era su hija, te conozco muy poco y—
-a pesar de que diga eso… Genji-sama le tenía afecto, y al igual que
él, yo también le tome cariño…lo que digo es que… aunque yo no la halla criado
desde pequeña, si puedo asegurar que es mejor persona que Bocchan-
No tome todo ese dinero porque vi la oportunidad y listo, lo había
aceptado por él… aquella persona con la que sueño horribles pesadillas.
-valla a su habitación… subiré las maletas enseguida-
Subí sin oponerme, me sentía como si mi padre me estuviera hablando…
jamás tuve uno… pero desde que Takeru cuida de mí, siento que es lo más cercano
a un padre…
Me deje caer pesadamente en la cama… y recordé lo sucedido meses
atrás…
*meses antes*
Aquella mañana había comenzado a llorar… la pesadilla era tan profunda
que mis ojos no querían abrirse, sentí algo cálido chocar en mi mejilla y
limpiarla suavemente, aquel perfume era suave, me tranquilizaba un poco…
-señorita… ya no llore-
Pesadamente abrí los ojos encontrando a Takeru sentado en la cama.
-¿otra vez recordando?-
Si había algo que me ponía nerviosa era que cualquier persona se me
pusiera muy cerca, independientemente del sexo que fuera.
-él… él es la razón de porque estoy en esta cama-
Mis lagrimas amenazaron con salir nuevamente, gire mi cuerpo dándole
la espalda a Takeru, no me gustaba que me vieran llorar…
-señorita-
Sentí como se acostaba a mi lado y me abrazaba…
-él estaría feliz, si la señorita siguiera su sueño como Idol-
Sentí un beso en mi cabeza y luego se levanto de la cama, yo por
inercia también lo hice y corrí tras él…
-¡¿porque?!... ¿¡porque!?... ¿¡porque él!?-
Llore aferrada a Takeru, el comenzó a acariciar mi cabello, y lo único
que repetía era “todo estará bien”…
****
-señorita-
Escuche como alguien tocaba la puerta.
-adelante-
Cuando la puerta fue abierta, entro Takeru con mis maletas.
-¿va a tomar un baño o prefiere cenar primero?-
-no-
Takeru me miro confundido y suspiro acercándose a mí.
-¿necesita un abrazo?-
Al decir aquellas palabras, me gire para observarlo detrás de mí, con
una sonrisa relajada.
-ta…takeru-
Lo abrace con fuerza y mis lagrimas comenzaron a caer nuevamente…
-todo estará bien señorita—
-quiero olvidar…-
Pronuncie bajo a lo cual
escuche un “esta bien”, me separe un poco de él y limpie mis lagrimas.
-luego de la presentación en el Theater…comenzare un nuevo camino-
Takeru sonrió y coloco su mano en mi cabeza…
-¿así dejara de llorar?-
Asentí levemente y el ensancho mas su sonrisa.
-¿lo mismo de siempre para cenar?-
-hai!-
No sabía si era Takeru y su abrazo de padre protector o mi fuerza de
voluntad… pero ahora era el momento de dejar las lágrimas y concentrarme… tenía
que dejar ir mi pasado… un pasado tortuoso, agridulce…
Cuando Takeru salió de la habitación mire por la ventana… aquel lugar
estaba algo alejado de la gente y podía verse el cielo estrellado.
-perdóname Yoshida-
Coloque las manos en mi pecho, como si así pudiera aliviar el dolor,
la culpa… era mi culpa… eso siempre lo supe… me merecía todo, menos lo que
tengo ahora…
CONTINUARA--->
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