サドマゾの [Sadomasoquista]

Capitulo 4



-¡no soy una acosadora!-
Regaño la chica mientras marcaba distancia de lo que parecía un peligro inminente.
-¿y eso? ¿Por qué retrocedes?-
Estaban solo ¡¿Cómo no retrocedes?! Si la última vez. ¡La violo!.
-no te me acerques más o—
-o qué ?¿-
Ryosuke miro con malicia a la chica
-o…grito-
Dijo casi en un susurro, ryosuke se había acercado lo suficiente pero sin atreverse a tocarla.
-ajaaamm~-
Dijo el chico con una sonrisa para nada inocente.
-aléjate…yamada-
Coloco con temor sus manos en el pecho de ryosuke, tratando así de alejarlo, pero no podía, de los nervios perdía su fuerza.
-eso es…todo lo que te opones a que me acerque-
Esa odiosa sonrisa ladina de ryosuke, “oh~ porque soy tan débil” pensó la chica, tratando de no caer bajo sus encantos.
-no...no bromeo…yamada-
Este dio un paso, u aquella pierna queda entre las de ella.
-¿y eso que me llamas así?-
Moldeo su voz, ahora era un tono más sensual.
-antes era “yama-chan” o—
Saco sus manos de sus bolsillos delanteros, una de ella la puso en la pared y la otra…



Se miraban fijamente como si así pudieran decir algo. E acerco peligrosamente al rostro de la chica y está por inercia cerro los ojos.
-la otra noche era “ryosuke~”-
Finalizo aquellas palabras en el oído de la chica, esta abrió los ojos y la otra mano libre de ryosuke se posó en su cintura.
-suelt—
Quiso decirlo, pero los labios rosa carmesí de ryosuke se lo impidieron, haciendo que poco a poco ella aceptara ese beso.


Minutos pasaron y ese beso era lujurioso, hambriento; ryosuke devoraba los labios de su tierna víctima, así como aquella noche.

-DETENTE! RYOSUKE!-
Una tercera vez se hizo oír entre tanto silencio, la chica por más que trato de separarse, este se lo impidió, Daiki empujo a ryosuke y abrazo protectoramente a la chica.
-te dije que te detuvieras!!-
Ryosuke sonrió.
-si eres necio Dai-chan-
Cuando levanto la mirada, notó a la chica llorando en los brazos de Daiki.
-lo ves… ella no es chinen!-
Grito Daiki y ryosuke se marchó.




*Mes Después*



Ya estaba comenzando su exposición frente a la profesora encargada y otros del jurado.
-aquí… esta mi tesis-
La presento  y a las horas ya estaba celebrando.
Al fin se había graduado y tenía su diploma en la mano.
-A BEBER!!-
Grito uno de los chicos de su clase que también se había graduado.




>rin~ring<
Típico sonido de la llamada versión “Hey!Say!JUMP- OVER”
-si?~-
Contesto algo ebria.
-¿estas borracha?-
Pregunto daiki del otro lado de la línea.
-¡¿Quién diablos lo pregunta?!-
-¡TU NIICHAN!-
Hubo silencio y un sonido típico de hipo.
-me gradué!~-
Contesto alegremente.
-y es por eso que te emborrachas de esa manera-
Regaño un poco más calmado, daiki.
-mooo, ven y hazme compañía~-
Daiki suspiro desganad, de todas maneras iría por ella.
-¿Dónde?-
-en un karaoke~-
-¿En dónde queda el karaoke?-
-en un lugar~-
-¿Dónde está ese lugar?-
-en Tokio~-
Daiki a cada respuesta fruncía el entrecejo.
-TOKIO!...es bien grande-
Grito y luego suspiro, no ganaba nada gritándole.
-en Roppongi-
-Gracias-
Dijo ya irritado dándole arranque al auto.
-espera~-
-¿Qué?-
-no te he dicho el nombre del local-
Daiki freno violentamente y fue cuando escucho el nombre del local y colgó para así seguir conduciendo.


---


Llegando al local bajo y apago el auto, entro al local donde se suponía que estaba la chica.
-Daiki!~-
La oyo a lo lejos, esta salía del baño.
-se puede saber—
Y antes de que siquiera si sermón, la chica lo callo con un beso.
-y eso?¿-
-para que no me sigas regañando-
Daiki bufo, estaba feliz, ese pequeño beso con sabor a alcohol lo hizo borrar el dichoso sermón de sus pensamientos.
-no me gusta ver a mi niichan enojado-
Sintió su corazón encoger al escuchar eso.
-vamos… te llevare a casa-
Tomo a la chica de la mano y la saco de aquel lugar.


Esta iba cantando con todas sus fuerzas “School Days de Hey!Say!BEST” y luego Score, Spicy, Scramble, claro, todas mal cantadas y en un tono chillón que irritaba pero hacia reír a la vez a daiki.

-Cuidado Pingui!-
Le grito a daiki y este freno.
-¡¿a quién le dices pingui?!-
-al que tengo en frente-
Le mostro su móvil a daiki y esta estaba jugando algo referente a un pingüino.
-haha~-
Rio con victoria.
-perdí-
Sonrió triste al a ver perdido su juego.


Hubo un silencio muy molesto para daiki, giro a ver a la chica, pero esta dormía.
-por dormirte, te llevare a mi casa-
Dijo para sí.


Cuando llegaron, Daiki la tomo en brazos y abriendo la puerta, la chica despertó.
-¿Dónde estoy?-
-en mi casa-
Respondió sonriente daiki, termino por adentrarse a la casa y recostó a la chica en el sofá, ya que había despertado.
-¿quieres algo?-
-una cerveza-
-¡piensas seguir tomando!-
Regaño.
-¿tienes algo más en mente?-
Contesto relajada y giro su rostro para ver de un daiki con las mejillas rosas.
-¿y eso? ¿Por qué estas rojo?-
-na-nada!-
Se adentró a la cocina con la excusa de sacar una cerveza.
-fue por lo que dije ¿?-
Cuando daiki giro, vio esos ojos cafés de su invitada muy cerca de su rostro.
-no es nada-
Volvió la vista en cualquier cosa que no fuera ella.
-vamos, mírame… ¿acaso te intimido?, daiki-
Volvió su vista a ella, si, se le olvidaba que la chica estaba borracha-
-ve a tomar una ducha con agua fría-
Coloco la lata de cerveza en la mejilla de la chica.
-aaaah~ esta frio~-
Y daiki se alejó de ella.
-Daiki!-
Lo abrazo por la espalda.
-tu…tu me gustas-
Daiki quedo paralizado, ni si quiera deshizo el abrazo, solo se quedó allí, parado, sin decir ni hacer nada.



-CONTINUARA-

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